La Xunta destaca que Ence pasó cuatro auditorías ambientales y que planta y caldera «cumplen favorablemente o seu cometido»

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La secretaria xeral técnica de Medio Ambiente explicó que la última inspección técnica que se realizó en Lourizán fue en febrero

17 mar 2021 . Actualizado a las 17:11 h.

La fábrica de Ence en Pontevedra pasó satisfactoriamente las inspecciones técnicas que realiza la Xunta -la última del mes pasado-, según explicó la secretaria xeral técnica de la Consellería de Medio Ambiente, María del Carmen Bouso, en su intervención en el Parlamento de Galicia, ante las preguntas del diputado del BNG, Luís Bará, que reclamó que la Xunta modifique su posición de defensa de la prórroga de Ence, que tachó de ilegal, y que también arremetió contra el Ejecutivo gallego al que acusó de no preocuparse de la seguridad de la fábrica de Lourizán. Ante estas críticas, Bouso explicó con detalle, por primera vez desde que se recrudeció la polémica sobre el futuro de Ence, cuál es la posición de la Xunta, una postura que quedó perfectamente definida por su intervención en la comisión. En este sentido, la secretaria xeral técnica de Medio Ambiente fue contundente y recalcó que las últimas inspecciones son de diciembre del 2020 y de febrero de este año«Con respecto á seguridade ambiental e a seguridade para as persoas de Ence está totalmente contrastada». Bouso indicó que todas las industrias de Galicia sometidas a una autorización ambiental integrada (AAI) son objeto de controles «moi rigurosos» por parte de la Administración autonómica. La secretaria técnica de Medio Ambiente recalcó: «A Xunta ten feito un riguroso control do cumplimento ambiental». Desde el 2013, Ence pasó cuatro auditorías ambientales: 2015, 2016, 2018 y 2020. «Todas as comprobacións medioambientais din que o cumplimento é total» y recordó que las inspecciones «se fan con controis rigurosos, con datos obxectivos fundamentados, coa documentación periódica que entrega a empresa e se fai por funcionarios imparciais e señalan que Ence cumple medioambientalmente». En este sentido, y ante la polémica desatada sobre la seguridad de la caldera, Bouso fue rotunda al explicar las conclusiones de las inspecciones que tuvieron lugar a finales del año pasado y en febrero del actual: «A planta e máis a caldeira cumplen favorablemente o seu cometido».

«As condicións ambientais que se lle exigieron a Ence estaban  no título concesional, na cláusula octava, e foron ampliamente superadas pola normativa posterior ambiental». Bouso recordó que en el 2012 se aprobó una «Lei da Prevención e Control Integrado da Contaminación», que señaló que «todas as industrias potencialmente contaminantes deben contar cunha autorización ambiental integrada, que se integren todas as autorizacións sectoriais para contrastar todos e cada un dos factores ambientais». La secretaria técnica de Medio Ambiente incidió en que se trata de «parámetros obxectivos establecidos pola normativa europea e traspostos polo regulamento xurídico español» y enfatizó que «se non se cumplen esos requisitos ambientais nin Ence nin ningunha outra industria pode funcionar na comunidade autónoma». En aquel momento, cuando se contrastó toda esta información, la Xunta otorgó la AAI a Ence. «Neste momento en que se difunden datos infundados sobre Ence quero recordar que quen acreditou que Ence é unha empresa ambientalmente viable non foi o goberno do PP, foi o goberno bipartito que foi quen lexitimou que Ence poidera realizar a súa actividade na ría».

Bouso precisó que posteriormente, cuando el PP recuperó la Xunta, se exigieron a Ence «máis condicións ambientais e aumentar os controis» porque una AAI como la que dispone Ence «ten que suxetarse ás melloras técnicas disponibles e iso sgnifica que cando a UE decide que se poden implantar requerimentos tecnolóxicos ao proceso industrial que aumenten as condicións ambientais a Xunta debe facelo». En ese sentido, la Xunta modificó la AAI en dos ocasiones para así «pedir máis garantías ambientais, incluso por riba da normativa ambiental europea porque para os vertidos líquidos se lle esixen máis condicions, iso foi recurrido en alzada por Ence pero foi desestimado pola consellería». De hecho, Bouso manifestó que el cumplimiento de Ence de estas normativas y la legalidad de la AAI fueron ratificadas por los tribunales. La dirigente autonómica explicó que se refería a la sentencia de la Audiencia Nacional del 2020, que falló sobre un recurso presentado por la APDR que decía que había que revocar el título concesional porque decía que Ence incumplía medioambientalmente. La resolución de la Audiencia Nacional sostuvo: «Hoy en día existen unos parámetros mucho más completos que los establecidos en 1958 en virtud de lo expuesto no cabe apreciar el incumplimiento de la condición octava del título concesional porque se encuentra en vigor una autorización ambiental integrada para cuyo cumplimiento debe velar la Xunta de Galicia, no habiéndose acreditado que se haya incumplido la misma». Otra sentencia del 2018 de la Audiencia Nacional, en el mismo recurso interpuesto por el Concello de Pontevedra, la sentencia recalcó lo mismo. En el mismo sentido hay también sentencias del Tribunal Supremo contra otro recurso del Concello de Pontevedra, y del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En este último caso, el alto tribunal gallego analizó el argumento del Concello de que el Plan de Ordenación do Litoral (POL) exige la retirada de la fábrica de Lourizán y la sentencia también fue favorable a la legalidad de la prórroga concesión de Ence en base a que la legislación permitía su continuidad ante lo prescrito en la nueva Ley de Costas.

Polémica sobre el proyecto de la Ley de Cambio Climático

Con respecto al cumplimiento de la Ley de Costas, la Xunta considera que «Ence ten unha concesión legal e ten unha prórroga extraordinaria legal e nos seguiremos a defendela porque non é so facelo dunha industria senón que é defender a posibilidade de que continúen todas as industrias da cadea mar industria na costa». Bouso hacía referencia, de esta forma, a la polémica en torno al artículo 18.4 del proyecto de Ley de Cambio Climático que tramita el Gobierno central en el Congreso, un texto legal sobre el que la Xunta advierte de que tiene un carácter retroactivo, limitando la vigencia de las concesiones y sus prórrogas, y que supondría un grave problema para el futuro de todas las instalaciones empresariales en el litoral de Galicia. «Nas leis non hai a técnica do espigueo, non se pode dicir aquí hai una prórroga extraordinaria e eu decido que a Ence non se lle aplica e a todas as demais industrias si», advirtió la portavoz autonómica. «O PSOE está a dicir que na costa non pode haber industrias, que non pode estar Ence e non pode estar ningunha industria conserveira, que non pode esar ningúen», subrayó Bouso.

Asimismo, la secretaria xeral técnica de Medio Ambiente rechazó el argumento esgrimido por el PSOE y el BNG en relación a que la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas anula la previsión de prórroga a 75 años de la Ley de Costas. «O PSOE ten un mantra agora mesmo, a prórroga de Ence é ilegal porque hai unha Lei de Patrimonio das Administracións Públicas que din de rango superior, pero que eu saibas as leis de rango superior son as leis orgánicas», recalcó Bouso y la norma aludida por el Gobierno central no lo es. 

Indicó Bouso que el PSOE ya fue al Tribunal Constitucional cuando se aprobó la reforma de la Ley de Costas en el 2013 y se intentó tumbar las medidas sobre las prórrogas de concesiones de Costas en base a la Ley de Patrimonio. Bouso aclaró que en aquel momento el Constitucional rechazó el recurso de los socialistas y ratificó la legalidad de la decisión de Costas. «Non teñen razón, o lexislador de Costas do 2013, dez anos despois da Lei de Patrimonio é libre para establecer o tempo de prórroga extraordinaria que teña por convinte e iso, unha prórroga por 75 anos, non vai contra a Constitución, nin contra o uso do dominio público marítimo terrestre porque o que vai en contra é unha concesión a perpetuidade», concluyó.