La historia tras O Sanatorio, el nuevo espacio de coworking de Pontevedra, y cómo tienes que hacer para utilizar las instalaciones

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las tarifas irán desde 150 euros al mes y hasta 250, pero esta con «comida cardiosaludable incluida de manera diaria», y dan acceso a oficinas, talleres, cafetería, estudio de grabación y huerto urbano

10 mar 2021 . Actualizado a las 20:12 h.

En 1902 el médico pontevedrés Celestino Poza Cobas abrió las puertas de su sanatorio en la calle Andrés Muruais de Pontevedra, un centro hospitalario moderno y que disponía de los últimos adelantos en medicina, principalmente, en electroterapias, pero también disponía de instalaciones para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas. Como consecuencia del golpe de Estado franquista y la posterior Guerra Civil, los fascistas confiscaron el sanatorio y lo desmantelaron por completo llevándose, incluso, una bomba de radiaciones por cobalto, la primera que se instaló en Galicia.

Celestino Poza, así como sus dos hijos, Celestino y Luis, fueron detenidos y traslados a diversas prisiones, donde fueron torturados. En noviembre de 1936, su hijo Luis fue fusilado en A Caeira (Poio), mientras que él fue condenado por un consejo de guerra en febrero de 1937 a reclusión perpetua con accesorias de interdicción civil e inhabilitación absoluta. Cuatro años después recobraría la libertad.

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Para entonces su sanatorio se había transformado en viviendas que llegaron a estar ocupadas por afines al régimen dictatorial franquista. Pasaría décadas antes de que la familia Poza pudiera regresar a este inmueble en el centro de Pontevedra y cuando lo hicieron, incluso, tuvieron que pagar el alquiler.

Con el paso del tiempo, el inmueble sería vendido hasta ser adquirido por una constructora. Tras pasar años sin uso, ahora el antiguo sanatorio resurge de sus cenizas como un espacio de coworking multidisciplinar, pero que pivota en torno a la salud en el más amplio sentido del término. Es el proyecto O Sanatorio, que ofrece diferentes espacios «todos en constante movimiento, y dentro de una superficie de setecientos metros cuadrados», de tal modo que ofrece «diferentes servicios relacionados con la alimentación, la cultura, el arte, midfulness, la salud y el nuevo ocio».

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La intención es que la iniciativa esté operativa entre finales de marzo y principios de abril, momento en el que se desarrollará una jornada de puertas abiertas. Los interesados a la hora de alquilar un espacio del coworking disponen de un tarifa que se mueve entre un mínimo de 150 euros y 250 máximo: «La diferencia de esos cien euros es que las personas que teletrabajen dispondrán de comida cardiosaludable de manera diaria. Vamos a tener una nutricionista que va a gestionar esos menús de lunes a viernes y, al mismo tiempo, va a haber actividades deportivas, a nivel de estiramientos, masajes... Todos los elementos para garantizar la salud de una persona que teletrabaje», matiza Juan García, alma mater de este proyecto.

Así, en la propia web de O Sanatorio se refiere que en esos setecientos metros cuadrados se han habilitado oficinas, talleres, espacios diáfanos, una amplia cocina, cafetería, un estudio de grabación y un huerto urbano. «Todas estas áreas están distribuidas a diferentes alturas con el fin de crear espacios que favorezcan y faciliten el estudio, el trabajo, la creatividad y la innovación, todo ello envuelto en una atmósfera cultural».

Campaña de crowfunding

Y en paralelo, se ha lanzado una campaña de crowfunding a través de una asociación sin ánimo de lucro, Burbullas Sound, que vincula a la empresa El Rincón de los Momentos. De este modo, apunta Juan García, se busca que «la asociación gestione las actividades culturales. Nos aseguramos de que los fondos estén bien gestionados».

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El objetivo es, por tanto, «centrar la gestión de recursos a contenidos culturales y construir juntos, acompañado con un empresa que lleva muchos años centrada en construcción de productos, atmósferas y contenidos». Esto es, la meta es hacer realidad eso de que la unión hace la fuerza para que O Sanatorio «sea resistente, mejorando la capacidad de adaptación que necesitamos sin dejar de crear».

Porque, eso sí, además de la salud, los otros grandes pilares de este «proyecto social y cultural» son la creatividad y el crear comunidad. Así, se apuesta por «una convivencia que, a su vez, integrará a pequeños autónomos que debido a la pandemia [del coronavirus] tienen la necesidad de encontrar una plataforma común que permita construir juntos y de manera reforzada».