Una mochila permite a un colegio de Pontevedra plantar por turnos un huerto urbano

Cristina Barral Diéguez
c. barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

En la «horta viaxeira» del Gafos de la ANPA del colegio de Campolongo participan doce clases este curso.
En la «horta viaxeira» del Gafos de la ANPA del colegio de Campolongo participan doce clases este curso. CAPOTILLO

El proyecto de la «horta viaxeira» se desarrolla en terrenos cedidos por la Federación de Asociacións de Veciños Castelao

10 mar 2021 . Actualizado a las 12:46 h.

El covid dio al traste con muchas actividades extraescolares, pero en el CEP Campolongo de Pontevedra han podido mantener este curso su huerta escolar en la zona del Gafos. Pero no se trata de una cualquiera, sino de una «horta viaxeira». La iniciativa lúdico-educativa, explican desde la ANPA San Xosé de este colegio de primaria, se desarrolla en unos terrenos cedidos por la Federación de Asociacións de Veciños Castelao de Pontevedra.

Verónica Conde, presidenta de la ANPA, cuenta que en la huerta del Gafos tienen plantado repollo, puerro, cebolla, lombarda y berenjena, y que más adelante pondrán tomates y pimientos. En el curso pasado la pandemia no permitió plantar nada, pero el año anterior también se habían puesto hierbas aromáticas.

¿Cuál es la filosofía de esos cultivos y cómo funciona el proyecto? «Es una idea lúdico-educativa al aire libre en familia. El objetivo es ver in situ el desarrollo de la huerta y trabajar también en el colegio», comenta Verónica Conde. Las familias que se han sumado a la actividad se llevan a casa una de las mochilas viajeras y trabajan con ella durante una semana. «En la mochila llevan, además de las herramientas, un cuaderno con instrucciones, una hoja para poner su foto y las llaves del huerto. Durante esa semana la familia puede ir las veces que quiera a la zona del Gafos», apunta la presidenta de la ANPA. Además de las zonas asignadas a cada aula hay también un espacio libre para que planten lo que quieran, sean unas fresas o unos tomates. La huerta viajera tiene su propio cartel con un caracol. Participan doce clases: cuatro de 2.º curso, tres de 3.º, tres de 4.º y dos de 5.º de primaria. Destacan que las familias tienen la oportunidad de aprender de la naturaleza y transmitir conocimientos a la siguiente generación. Y de hacerlo al aire libre, algo muy necesario después de un año de pandemia que obligó a pasar más tiempo del deseado en el interior de los hogares.

Cultivo dentro del centro

Pero esa huerta del Gafos no es la única que implica al CEP Campolongo. Si nada se tuerce, el 6 de abril pondrán en marcha el huerto escolar dentro del recinto educativo. «Ya tenemos la tierra preparada y queremos darle continuidad a la iniciativa», señala José Manuel Sánchez, Pachú, su director.

Desde la dirección ponen en valor la huerta viajera de las familias, en la que ellos colaborando con las mochilas viajeras, que funcionan como las de la biblioteca. Cada semana pueden participar doce familias ya que es una mochila por aula. De lunes a viernes se la llevan a su casa: «El viernes la devuelven y la mochila está en cuarentena. Se desinfectan las herramientas para cumplir el protocolo».