Un indigente fallece en la antigua casa de maestros del Álvarez Limeses

López Penide / Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

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Todo parece indicar que el sintecho accedió al inmueble, que está en estado de abandono, la misma tarde del domingo. En principio, todo apunta a una muerte natural

22 feb 2021 . Actualizado a las 18:24 h.

A primera hora de la noche de este domingo, un indigente falleció en la antigua casa de maestros, un edificio en estado de abandono, del colegio pontevedrés Álvarez Limeses. Se da la circunstancia de que el inmueble se ubica a escasos metros de la Comisaría de la Policía Nacional, en la calle Joaquín Costa.

Vecinos de este entorno apuntaron la posibilidad de que la muerte se hubiera producido apenas unas horas después de que esta persona, de 33 años y cuyo último domicilio conocido se ubica en Redondela, hubiera accedido al edificio con un conocido. Precisamente, fue este último el que dio aviso a la policía, que movilizó a una ambulancia del 061.

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Al parecer, los facultativos solo pudieron certificar la muerte de este hombre. El inmueble fue precintado por los agentes desplazados.

Por su parte, Berta Rubiano, jefa de estudios del CEIP Álvarez Limeses, tras lamentar el fallecimiento, reprochó que no se hubiera hecho nada hasta ahora con la edificación para aumentar las instalaciones del colegio «como llevamos demandando desde hace años a la Xunta y últimamente al concello, porque esa edificación les pertenece». Incidió en que no se entendía que estando situada en pleno centro de Pontevedra y formando parte de un colegio, «sigan permitiendo que el deterioro sea cada vez mayor».

También se pronunció este lunes la junta directiva de la ANPA Joaquín Costa del colegio. En un comunicado, las familias expresan su pesar por la muerte del indigente, pero hacen hincapié en la necesidad de que ese inmueble sea adscrito al centro educativo, una demanda que se trasladó hace más de diez años a las Administraciones autonómica y local. Aluden a que teniendo en cuenta la situación creada por la pandemia, las necesidades de espacio del colegio se hacen más acuciantes en un centro con 450 alumnos. Entienden que el estado de las casa de los maestros supone un «serio riesgo» para los escolares y también para los viandantes. «A nadie se le escapa que cualquier día pueda desprenderse un cascote hacia el patio escolar en las horas de recreo, que se pueda originar un incendio provocado por personas que acceden a su interior o incluso que se puedan producir otros incidentes de mayor gravedad», remacha la asociación de madres y padres de alumnos. Exigen que de una vez por todas se produzca un acuerdo entre las Administraciones implicadas con el fin de que, definitivamente, se solucione la situación de un inmueble que desde hace unos años ya debería estar destinado a usos educativos, «reivindicación que, una vez más, se vuelve a reiterar públicamente».