En el transcurso de estas conversaciones, al parecer, el hombre llegó a asegurar en varias ocasiones que estaba dispuesto a emplear el arma de fuego que esgrimía y, de hecho, se pudieron escuchar varias detonaciones en el domicilio.
Con la medianoche, el silencio hizo temer lo peor a los agentes desplazados, por lo que se ordenó a la Unidad de Intervención de la Ertzaintza que entrase en el domicilio, según recoge la agencia Efe. El fatal desenlace se confirmó entonces ya que fue encontrado muerto a causa de una herida por arma de fuego.