Una asociación de la Guardia Civil calcula que más de 10.000 coches llevan sistemas de seguridad infantil no homologados

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

La AUGC incide en que, como ocurrió en el caso del fallecimiento de una niña de 3 años en Vilanova, su uso puede derivar en «lesiones graves o mortales» en un accidente

09 feb 2021 . Actualizado a las 17:45 h.

La delegación de Pontevedra de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) estima que en España se pudieron haber vendido ya más de diez mil dispositivos similares al que tenía acoplado la silla que utilizaba una niña de tres años fallecida en septiembre del 2018 en un accidente de tráfico en Vilanova de Arousa. De este modo, desde este colectivo advirtieron que, en caso de accidente, estos mecanismos pueden «ocasionar lesiones graves o mortales a los niños que los utilicen», por lo que instaron «a todas las familias que se encuentren actualmente haciendo uso de este dispositivo que, por el bien de sus hijos, lo retiren de inmediato».

En este punto, confirmaron que ya se ha recibido en las distintas unidades de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil un escrito impartiendo instrucciones sobre la forma de actuar de los agentes en caso de encontrarse con usuarios que estén empleando «un dispositivo no homologado comercializado con la finalidad de desplazar los SRI colocados en el asiento trasero del vehículo hacia el lateral/exterior con el fin de aumentar el espacio en la plaza central del mismo». Esta notificación es consecuencia de la respuesta del Ministerio de Industria con respecto a la regulación de esta tecnología: «Estos dispositivos no se encuentran contemplados dentro de la reglamentación de homologación por lo que no es posible garantizar que el uso de los mismos no tiene un efecto negativo en la seguridad de los ocupantes». 

Desde la AUGC explican que estos mecanismos se anclan simultáneamente al Isofix del coche y al SRI, si bien su uso, según insisten desde esta asociación, «no está homologado y, por lo tanto, no está autorizado». De hecho, emplearlo supondría una infracción al Reglamento General de Circulación, toda vez que se especifica que «los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante a través de un manual, folleto o publicación electrónica. Las instrucciones indicarán de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura».

Se trata de una infracción castigada con una multa de doscientos euros y la retirada de tres puntos de carné (cuatro en el momento en que se apruebe el anteproyecto de reforma del carné por puntos). A mayores, los agentes, «con el fin de garantizar la integridad física del menor, se asegurarán de que el conductor retira el citado dispositivo y ancla el SRI correctamente al Isofix del vehículo (...) antes de continuar la marcha».

La Asociación Unificada de Pontevedra hizo alusión al hecho de que diciembre del 2019 la propia revista de la DGT, Tráfico y Seguridad Vial, publicaba una información advirtiendo de los riesgos que para el menor suponían estos mecanismos «debido al cambio de la geometría del cinturón». Y su conclusión era contundente: «Aquellos accesorios que se utilizan como complementos de un SRI que no hayan sido ensayados como parte de la homologación de un sistema de retención infantil no puede ser reconocido como seguros por una autoridad de homologación».