«Empezamos o mellor ano da nosa vida coa estrella Michelin e pechados»

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Iñaki Bretal, de O Eirado da Leña en Pontevedra, tenían reservas para todos los fines de semana hasta marzo

21 ene 2021 . Actualizado a las 12:30 h.

Era el mejor año para Iñaki Bretal. A pesar de la pandemia, el cocinero pontevedrés entraba en el olimpo de las estrellas Michelin en el 2021. En un contexto normal, era el momento de aprovechar el tirón del galardón y tener lleno tras lleno, pero la pandemia le ha obligado a recibir el reconocimiento con la puerta cerrada. «Empezamos o mellor ano da nosa vida pechados», explica Bretal, que todavía espera que le llegue la placa de la Guía Michelín. Y es probable que cuando llegue, sigan cerrados. Este miércoles dieron su último servicio. El 30 % en el interior era poco, pero al menos «temos algo de actividade e a cabeza está ocupada», señala el cocinero, que durante toda la tarde acompañó a su equipo en la limpieza y desinfección de O Eirado da Leña y del Loaira, el local de tapas que tienen enfrente, en la Praza da Leña. «Temos que pechar, virei un par de veces á semana para acender a maquinaria e comprobar que todo está ben, isto é un fastidio, é unha carallada», comenta Bretal, que estos días está centrado en anular todas las reservas que tenía para las próximas semanas.

Le gustaría ser más idealista en cuanto a plazos, pero la pandemia lo baja a previsiones más realistas. «Tiñamos reservas para tódalas fins de semana de xaneiro e febreiro e agora estamos chamando para dicirlle que cando todo volva a normalidade falaremos con eles para ver qué día queren vir», comenta Bretal.

Los hosteleros de Pontevedra (y de toda Galicia) han dejado de hacer planes. En los últimos meses han vivido en una yincana de restricciones asfixiantes. En la capital del Lérez se podía hasta hoy tener el 30 % del aforo en el interior y el 50 % en terraza. Las nuevas medidas solo les permite atender en el exterior, pero el temporal de viento y lluvia ya se encarga de dejar esta posibilidad a cero. «Se entendes a hostalaría coma un negocio non é viable, outra cousa son os bares familiares, como os que hai na miña aldea, que non están de aluguer e o atende o matrimonio», subraya Bretal, que como sus compañeros de profesión lanza un mensaje claro: «Isto é un cachondeo, pechan os bares e o tren a Santiago vai cheo. Se alguén se baixa en Padrón non ven ninguén a desinfectar e a nós si o facemos».

El cocinero pontevedrés sabe que en otras circunstancias estos meses serían un relanzamiento de O Eirado después de conseguir su estrella Michelín, pero se tiene que conformar con haber trabajado estas primeras tres semanas de enero. «En decembro traballei ben, pero nunca mellor que o ano pasado, se comparas a facturación é un desastre», comenta Iñaki Bretal. A pesar de los cierres, la estrella Michelín ha dejado algunos cambios en O Eirado da Leña. Y no han sido en la carta. Ya antes de conseguir la estrella Michelin, Bretal advirtió de que con reconocimiento o sin él, seguirían el mismo camino que los había llevado hasta allí.

Entonces, ¿en qué ha influido el reconocimiento? «Uns dos cambios máis grandes que estamos a vendo é que antes a xente chamaba para reservar o venres para cear e agora buscan o primeiro día que teñas libre», comenta Bretal, resignado ante los meses que le quedan por delante: «Non se ve o final, non podemos facer plans a corto, nin medio nin a longo prazo».