Se disfrazan de Reyes Magos y sorprenden a la abuela al salir de misa para cantarle cumpleaños feliz

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Laura García cumple hoy 86 años y su familia la esperó a las puertas de San Francisco después de una Navidad sin verse

27 ene 2021 . Actualizado a las 10:49 h.

En la familia de Laura García el 6 de enero es un día sagrado. De los que se marcan en el calendario en rojo. Es el cumpleaños de la matriarca y una veintena de familiares se reúnen cada año para celebrarlo. El día de Reyes en esta casa es el día de Laura, pero el covid ha dinamitado las fiestas navideñas. Aún así, en esta familia sobra imaginación. Y ayer le pusieron varias dosis de eso y muchas de humor. La abuela cumplía 86 años y no podían soplar las velas juntos. O eso creían.

Las restricciones reducen las celebraciones. Así que sus cinco hijas, Begoña, Mili, Laura, Carmen y Ángela Paz pusieron en marcha un plan. Lo primero fue hacer un grupo de wasap y lo segundo distribuir los personajes. El objetivo era sorprender a su madre cuando el día de Reyes saliese de la misa de una en San Francisco. A unos les toco disfrazarse de Reyes Magos, otros eran camellos, pajes, renos y «hasta iba la estrella del Portal», decía su hija Ángela, que vive con su madre y todavía horas después se reía al recordar lo vivido.

Las hijas, los nietos y hasta los sobrinos acudieron a la salida de la iglesia para felicitar el cumpleaños a la abuela. «Imagínate, estaba toda la escalinata llena y ellos allí disfrazados, casi los mato», dice una orgullosa Laura García, que reconoce que este día es muy especial en su familia. «Siempre nos vamos a comer por ahí, somos más de veinte, pero este año con el covid tiene que ser diferente y lo tenemos que pasar separados. Con esto que hicieron fue la única forma de que nos pudiésemos ver todos, al menos un ratito», comenta. Está claro que esta familia se resistió a no poder verse aunque fuesen unos minutos y dispuso toda la logística para que después de la misa de una estuviesen todos a las puertas de San Francisco.

A punto estuvo de irse todo por el aire cuando a Laura García se le ocurrió comentarle a su hija que en lugar de ir a las 13.00 horas iría a las 12 o a las 19 horas. «Me pareció muy raro que cuando dije que igual iba a otra hora a la iglesia me insistiesen en que no lo hiciera. Se ponían pesados con que tenía que ir a la una. Hasta me enfadé con tanta insistencia», reconoce esta abuela el día de su cumpleaños.

Mientras ella estaba en misa, la familia armó el belén. Salieron de casa y parecían una performance a la que se iban sumando integrantes. «Pasamos por San Bartolomé y le cantamos desde la calle a un tía nuestra que está confinada y luego seguimos hacia Barcelos, allí recogíamos a la estrella del Portal», bromea Ángela, que ayer ejerció de portavoz de una familia en la que se impone el matriarcado. «Somos cinco hermanas, tenemos un equipo de baloncesto femenino», bromea de nuevo Ángela. Ellas fueron las artífices de un recibimiento que la propia Laura estuvo a punto de esquivar. «Cuando salí de la iglesia y los vi, estuve tentada a dar la vuelta para salir por la puerta trasera, pero también había allí dos familiares. Ya los conozco muy bien», comenta la cumpleañera, que asegura que no es el primer año que «me arman alguna». Después de unos minutos de risas y bajo la mirada de los feligreses, Laura García regresó a su casa. Dos horas después todavía se reía de rememorar el portal de Belén de los García a las puertas de San Francisco. Le gustaría celebrarlo como siempre, pero como ella siempre dice «solo podemos mirar hacia delante, ya vendrán más años».