¿De quién son los cuadros robados por los nazis y que custodia el Museo de Pontevedra?

Marcos Gago Otero
Marcos Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

La familia del príncipe polaco al que les expoliaron las tablas de Bouts en la Segunda Guerra Mundial reclama la propiedad

29 dic 2020 . Actualizado a las 19:55 h.

¿De quién son los cuadros de Bouts que fueron botín de los nazis y que se localizaron recientemente en el Museo de Pontevedra? Esta es la cuestión que deberán aclarar los servicios jurídicos del Ministerio de Cultura, una vez que se ha recibido en la Diputación, ente custodio de las piezas de Bouts, una carta de los herederos de la familia polaca que era dueña de las dos tablas flamencas hasta que las tropas de Hitler se los llevaron. Sin embargo, por otra parte, el Estado polaco, que compró después de la Segunda Guerra Mundial los cuadros que se recuperaron de la colección a la familia, también los reclama como suyos y, de hecho, fue el Gobierno de Polonia quien localizó las pinturas y se puso en contacto con el Museo para pedir su devolución.

Una cosa está clara. El vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, aseguró que sí o sí se devolverán los cuadros robados, que el Museo adquirió sin sospechar su procedencia ilegal. Ahora bien, ¿a quién? Mosquera indició en que la carta de los herederos del príncipe Wladislaw Czartoryski recibida la semana pasada alega que cuando Polonia compró la colección, las tablas de Bouts no figuraban en el inventario de cuadros vendidos al Gobierno polaco, por lo que se consideran legitimados para pedir que se las entreguen a ellos. No obstante, Mosquera señaló que las cosas no son tan sencillas como parecen, por lo que se ha solicitado un informe jurídico a los servicios de la Diputación y otro al Ministerio de Cultura. Finalmente será Madrid quién decidirá a quién le corresponden los cuatros, porque es el ministerio la entidad que tiene competencia para gestionar esta tipo de asuntos a nivel estatal.

Mosquera explicó que, en su opinión, la petición de los Czartoryski tiene pocas posibilidades de prosperar. «É un recuro que parece difícil de prosperar. Segundo os convenios internacionais sobre arte espoliado na Segunda Guerra Mundial as pezas vanse devolver moi probablemente ao Goberno polaco para que este, despois, se arregle coa familia». El vicepresidente provincial recordó lo indicado sobre este particular en el código deontológico de museos del ICOM. Añadió que la noticia de la identificación del díptico de Bouts surgió durante el confinamiento cuando Mariusz Wisniewski, del Departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, contactó con el Museo de Pontevedra. Aportó la documentación que justificaba que las dos piezas, que en su día llegaron a estar expuestas en el edificio Castro Monteagudo, pertenecía a la colección de arte que los nazis robaron a los Czartoryski. Las dos pinturas salieron de Varsovia en 1944, reaparecieron en el comercio de arte de Madrid en 1973. Ingresaron en el  museo pontevedrés como depósito del coleccionista José Fernández López y, desde 1994, son propiedad de la institución provincial que las compró con el resto de la colección. Se desconoce el momento en que Fernández López las adquirió, pero todo parece indicar que pudo hacerse en uno de los dos establecimientos de la familia Maragall, la sala Parés de Barcelona o la Galería El Cisne de Madrid, de las que era cliente habitual.