Un matrimonio degusta la tarta por sus 65 años de casados a los días de superar el covid
PONTEVEDRA
Luis Varela solo requirió antibióticos, pero su mujer, Carmen Varela, llegó a estar ingresada y temieron por su vida
28 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Se casaron hace 65 años y hace escasos días pudieron celebrar sus bodas de platino después de que ambos hubieran superado el coronavirus. Hace algo más de un mes, Luis Varela Besteiro, de 93 años, «comenzó a tener fiebre, picor de nariz, se le quitaron el hambre y las fuerzas para levantarse a las 8 de la mañana, como cada día, y ponerse a trabajar en la huerta. Se había contagiado de coronavirus», rememora su hijo menor, Alberto, empresario que en la actualidad vive en Vila de Cruces.
En su caso, «bastó con darle antibióticos», añade, al tiempo que reconoce que la peor parte se la llevó su madre. Y es que a los pocos días, Carmen Varela Carnero, de 91 años, fue diagnosticada de la misma enfermedad. Tuvo que ser hospitalizada por una bajada de sodio, pero lo más angustioso aún estaba por venir.
Su hija Ana Varela, profesora jubilada en Pontevedra y la mediana de los tres hijos del matrimonio, relata que los sanitarios le vinieron a decir que con esa edad ya no saldría del hospital.
Se equivocaban de plano. «Son gente muy resistente», apunta su hijo mayor, José Luis, quien ejerce de arquitecto en Lalín.
Prueba de ello es que ambos, a decir de su familia, se encuentran perfectamente hasta el punto de que Luis ya ha vuelto a trabajar en la huerta y a salir sin, aparentemente, importarle mucho la bajada de las temperaturas. Y ambos ansiosos de celebrar su 65 años de casados, unas bodas de platino que ambos han conseguido celebrar «en las peores condiciones que se podían dar: en plena pandemia, y contagiados con el covid 19», remarcan sus hijos, quienes rememoran que la boda se celebró en 1955 en o Castro de Amarante, el pueblo de Antas de Ulla de donde procede Carmen Varela Carnero. Por aquel entonces era habitual que las novias se casasen vestidas de negro y el día del patrón, San Estevo.
En otras circunstancias para conmemorar este aniversario Carmen y Luis reunirían a más de un centenar de allegados entre hermanos, cuñados, nueras y sobrinos, así como a sus cinco nietos y dos bisnietos. Sin embargo, el coronavirus ha hecho que solo les puedan acompañar sus tres hijos.
Menos mal que el móvil les permite leer los mensajes de cariño que les llegan... Aunque para ello tengan que ajustar la vista.