Antonio Domínguez, escritor: «La fantasía es un ejercicio maravilloso para la mente»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

Domínguez, que fue el primer parapléjico en realizar el Camiño de Santiago en solitario, presenta su primera novela

27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que nació como un juego acaba de convertirse en el primer libro de la saga Tastarabás o Las crónicas de Elaurin. «Al libro llegue de forma casual. Empecé haciendo un juego de mesa estilo rol, pero mezclando también otros estilos, y una vez que lo tuve casi acabado, que me llevó casi dos años, le quise dar una base histórica. Empecé a escribir la historia del juego y empecé a visualizar cosas y ya voy por el tercer libro», señala Antonio Domínguez en relación con la génesis de La isla del durmiente.

-¿Se ha puesto un límite de novelas o lo que surja?

-Sí. La historia ya la tengo en la cabeza. Podría ir a lo que surja y estirar, pero ya lo tengo todo decidido. Lo que aún no he decidido es si lo concluyo en el tercero o hago un cuarto. Voy a ir viendo que es lo que ocurre con este y con un mínimo de gente que te siga, saldrá el segundo. Soy muy serio en esto. No puedo sacar un libro y si tiene un mínimo de seguidores no sacar el siguiente.

-¿Es la época actual idónea para una historia de fantasía?

-Siempre es un buen momento para la fantasía, porque es un ejercicio maravilloso para la mente. Es ver una realidad que no es más que la misma realidad que vivimos, pero modificada. Todo parte de nuestra realidad cotidiana.

-¿De que fuentes bebe «La isla del durmiente»?

-No sabría decir un autor concreto. Me he llegado a leer enciclopedias enteras de fantasía, pero también se nutre de mi propia experiencia. El Camiño de Santiago fue un punto de inflexión importante. Escribo desde pequeñito.

-Alude al Camiño de Santiago, tengo entendido que fue el primer parapléjico que lo completo en silla de ruedas. ¿Es así?

-Sí. Tengo un 85 % de minusvalía, que no es poco, y lo hice en 1993. Cuando llegué a Santiago me dijeron eso, que era el primer parapléjico.

-¿Y de qué manera se puede plasmar esa experiencia tan espiritual a un libro de fantasía?

-Como dices es un camino espiritual, un camino interior, más que otra cosa, pero también es un camino iniciático. Yo lo pasé realmente mal y, de hecho, llegué con fiebre a Santiago. Es muy trasladable porque ralentizas el tiempo, todo se relativiza. Es algo que recomendaría a todo el mundo.