La faceta más solidaria de los cazadores

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La federación provincial dona más de 200 kilos de embutidos a San Francisco

23 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Federación Galega de Caza de Pontevedra mostró ayer su faceta más solidaria con la donación de más de doscientos kilos de embutidos de carne de jabalí al comedor social de San Francisco. Los cazadores federados hacen esta aportación en colaboración con los hermanos Manuel y José Luis Pérez González, que regentan Productos Cinegéticos Fonsagrada (Procifon), un establecimiento que elabora embutidos Buena Vista. De esta forma, se aseguran una mayor garantía sanitaria y la trazabilidad del producto depositado en el comedor de la oenegé pontevedresa, según manifestó el presidente de la federación provincial, Francisco Couselo.

Gonzalo Diéguez, el encargado del comedor de San Francisco, mostró su gratitud por el donativo. «Nos han traído carne de jabalí, que es magnífica para hacer muchas comidas», precisó. Diéguez indicó que, como consecuencia de la actual situación de pandemia, los usuarios de este centro benéfico no comen en las instalaciones, sino que, en su lugar, se preparan tapers, «que cada uno lleva para la familia y de esta manera distribuimos platos para entre 160 y 200 comensales».

El rostro solidario de los cazadores, reflejado en este donativo al comedor social, es una de las facetas que aborda este colectivo. Para los cazadores, la actividad cinegética no es solo un deporte, sino que también cumple una función de control de especies que, de otra forma y privadas de sus depredadores naturales, suponen un problema por solucionar. De hecho, la elección de la carne de jabalí en la donación al comedor no es casual. En estos últimos años se ha producido un aumento de la población de estos animales en toda Galicia, que implica nuevos retos, principalmente para los agricultores y para la seguridad del tráfico.

La problemática del jabalí

La federación señala que, por estos motivos, es necesario un control cinegético del jabalí. «Este incremento sostenido ocasiona importantes daños a la agricultura, accidentes de tráfico, transmisión de enfermedades a la ganadería y actualmente, con la invasión de los cascos urbanos de las ciudades, el consecuente riesgo físico sanitario para las personas», incide Couselo.

En los últimos meses ha crecido el número de accidentes de tráfico por atropello de jabalíes, ya que esta es la época de celo de la especie y están mucho más activos. «Además, en estas condiciones de noches largas con escasa visibilidad, los jabalíes se sienten más seguros, lo que incrementa sus desplazamientos e imprudencia al invadir las carreteras», multiplicando los riesgos para los conductores.

En este sentido, el presidente de la federación provincial insiste en que la actividad cinegética es «imprescindible» para controlar el riesgo y mantenerlo en condiciones asumibles.

«El método más eficaz y menos costoso para controlar el número de ejemplares es la caza reglada, legal y responsable, basada en datos objetivos y regulada tanto por la Ley de Caza como por la orden anual de vedas y los planes cinegéticos de cada tecor». Lamentan desde la federación, que «algunos grupos minoritarios tratan de impedir la actividad cinegética como si se tratase de un delito cuando en realidad es una actividad legal que ofrece un importante servicio a la sociedad».

Por otra parte, Couselo recalcó que, en estos tiempos de pandemia, cada vez que salen al monte o realizan alguna intervención específica actúan conforme a unos protocolos de seguridad. Estos están visados por la Administración competente, que son de obligado cumplimiento y que están resultando eficaces en una caza sin complicaciones sanitarias.

Arco y flechas para frenar la expansión de los jabalíes en  los cascos urbanos

La expansión de los jabalíes en la provincia trasciende ya el ámbito rural. Los avistamientos de en los cascos urbanos son cada vez más frecuentes. Es una situación a la que también hay que poner coto porque su presencia en los núcleos habitados supone un grave riesgo más grande que en el rural por una mayor interacción potencial con los humanos. Couselo es partidario de «medidas excepcionales» para la extracción de los ejemplares urbanos usando métodos que garanticen la seguridad de las personas y los bienes y que no resulte excesivamente cruentos. De forma coordinada con las Administraciones competentes, desde la federación provincial se han establecido mecanismos de control asumidos por arqueros integrados en la asociación Cazarco y el grupo SCAES-FGA, el servicio de control con arco de especies silvestres de la Federación Gallega de Caza. Couselo precisó que este planteamiento ha resultado «muy eficaz y seguro» en las zonas urbanas, polígonos e incluso aeropuertos, donde no es ni posible por motivos de seguridad el empleo de armas de fuego.

Couselo recordó que estos arqueros disponen de una formación específica. Los integrantes de este grupo han tenido que superar una formación teórica y también unas pruebas prácticas que demuestran su capacitación para el uso del arco. Asimismo, todas las solicitudes de su presencia en la provincia están supeditadas a su localización y disponibilidad de efectivos con tiempo adecuado, ya que este grupo actúa de forma gratuita.