Localizan en el Museo de Pontevedra dos pinturas expoliadas por los nazis a una princesa polaca

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Las piezas, obra del pintor flamenco Dieric Bouts, formaban parte de la colección Fernández López adquirida por el Museo en los noventa

14 abr 2022 . Actualizado a las 09:47 h.

Fue en pleno confinamiento por el primer estado de alarma por la pandemia del coronavirus cuando las autoridades culturales polacas se pusieron en contacto con el Museo de Pontevedra para comunicarles que, entre sus fondos, había dos cuadros presumiblemente expoliados por los nazis. Las obras, un Ecce homo y una virgen Dolorosa, están firmadas por el pintor flamenco Dieric Bouts en el siglo XV y pertenecían originalmente a la princesa Czartoryski, María de los Dolores de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, quien estaba casada con Augustyn Józef Czartoryski.

Con la invasión nazi de Polonia, el matrimonio, trasladó las piezas más destacadas de su colección a una de sus propiedades en la localidad de Sieniawa ocultándolas dentro de sus muros. El resto «se escondió en los sótanos del Museo en Cracovia», refiere la historiadora Montse Díaz en su blog Los grandes robos de arte.

Cuando los príncipes intentaron abandonar Polonia fueron arrestados por la Gestapo, quien localizó ambos escondites. «Finalmente los Czartoryski fueron deportados y se exiliaron en Sevilla, gracias a sus vínculos con la familia real española», añade.

En cuanto a las obras de arte, estas fueron confiscadas por el ejército alemán. Montse Díaz cifra en más de ochocientas piezas las que continúan desaparecidas, entre ellas el Retrato de un joven de Rafael.

Xosé Manuel Rey, director del Museo de Pontevedra, precisó que, nada más recibir la comunicación de las autoridades polacas, comprobaron la trazabilidad de las dos obras comprobando que las mismas habían reaparecido en Madrid. Explicó que llegaron a la entidad cultural en el marco de la Colección Fernández López de pintura que la Diputación adquirió por 3,6 millones en 1994. En todo momento, remarcó que «somos adquirintes de boa fe», al tiempo que señaló que faltan una serie de trámites para que el díptico pueda ser reintegrado a Polonia.

No en vano, desde el 2016 es el Gobierno de este país el propietario de la Colección Czartoryski. Ese año, matiza Montse Díaz, «el príncipe Adam Karol, a través de su fundación, llegó a un acuerdo con el estado polaco que combinaba venta y donación, por el que el Gobierno adquiría la colección y los edificios Czartoryski por 100 millones de euros, precio casi simbólico considerando que se trata de unas 300.000 obras, valoradas en 2.000 millones de euros».

Ramón Leiro

Por su parte, el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, el nacionalista César Mosquera, dejó claro que las obras se devolverán «con mucho gusto». No duda de que se trata de «unha reparación histórica» de «un roubo a man armada (...). É un orgullo devolver unhas obras que proveñen dunha orixe moi escura».

Las dos obras expoliadas por los nazis estuvieron expuestas en los edificios centrales del Museo hasta que cerraron por las obras de rehabilitación y la intención era que volvieran a ser mostradas al público en cuanto reabrieran los inmuebles. Sin embargo, su futuro ahora se encuentra muy lejos de Pontevedra, en Polonia.

Eso sí, antes de que se produzca esta devolución, la intención del Museo es hacer pedagogía con estas piezas, de tal modo que la intención es exponerlas por última vez al público en el Sexto Edificio.