Las Illas Atlánticas sirven como uno de los refugios de las últimas marsopas de Galicia

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEMMA

Este cetáceo, conocido como toniña en gallego, ha entrado en la categoría de especie en peligro de extinción en España

08 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La marsopa, de nombre científico Phocoena phocoena y en gallego toniña, es un pequeño cetáceo del que todavía quedan algunos ejemplares en la costa de las Rías Baixas y se encuentra oficialmente en peligro de extinción desde el día 1 este mes. Su extremada escasez en el litoral no es solo cosa de Galicia, sino de toda la Península. Se han vuelto tan raras que el Ministerio de Transición Ecológica se ha visto forzado a su cambio de categoría en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La situación es tan grave que, si la tendencia no se revierte, las toniñas dejarán de verse en cuestión de unos veinte años, según los especialistas. Uno de sus últimos reductos en la provincia se encuentra en el entorno inmediato a las Illas Atlánticas, en lugares como Ons o Cíes, aunque las marsopas no conocen límites territoriales y viven desde la costa andaluza hasta el Golfo de Cádiz. Viven a una relativa distancia de las costas y en pocas ocasiones se las avista en las zonas más expuestas de las rías. Les gusta más el mar abierto y el entorno insular.

Desde la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), Alfredo López explica que no hay un cálculo preciso sobre la población de marsopas, más allá de que campaña tras campaña de avistamientos constata su creciente escasez. López estima que quizás haya unas 300 en toda Galicia y que cada vez son menos. La mortandad por accidentes, enfermedad o varamientos es un desastre, sobre todo si se trata de hembras fértiles.

López explica que las toniñas estaban clasificadas, al igual que los arroaces, como especies vulnerables en España, pero añade que la situación de las marsopas no ha dejado de empeorar. El problema se percibe hasta en la reducción de su tamaño, como forma de reacción y adaptación de urgencia de estos cetáceos ante las condiciones extremas de supervivencia que atraviesan. «Cada vez aparecen femias máis pequenas e iso o que indica é que hai un estrés poboacional», añade el portavoz de la Cemma

Los biólogos creen que ha llegado la hora de planificar algún tipo de medidas que contribuya a asegurar el futuro de las marsopas. «A súa desaparición sería una perda irreparable para o ecosistema mariño», concluyen desde la Coordinadora.