Los azules vencieron en casa al Ibiza
28 nov 2020 . Actualizado a las 22:25 h.?
Fede Wermbter (Manojlovic, Raúl Pérez); Dzokic (7), Pedro Sánchez, Iago Rodríguez, Roi Sierra, Remeseiro (3), Samu Pereiro (4), Caue, Jacobo Río, Miguel Sío, Diego Martínez (1), Alejandro Gómez, Ricardo Antón (3), Víctor Deco y Ángel Iglesias (10)..
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Gamallo; Abel Navarro (3), Lacarra, Daniel Bernárdez (5), Pablo Castro, David Sala (2), Ander Iriarte (6), Basualdo, Salvador Esteve, Celorrio (1), Vicente Sancho (2), Marc Torres (4), Marc Sánchez (3) y Francho.
PARCIALES: : 1-2, 4-5, 8-8, 10-10, 14-14, 17-16 (descanso) 19-16, 20-18, 21-20, 23-21, 26-25 y 28-26.
ÁRBITROS: Monjo Ortega y Gutiérrez Sobrino. Excluyeron 2 minutos a Roi Sierra y Miguel Sio del Teucro; y a Marc Torres (2), David Sala, Pablo castro, Iriarte y Celorrio del Ibiza
El Teucro ya carbura. El equipo pontevedrés sumó ayer su segunda victoria de la temporada ante un poderoso Ibiza al que dominó sin renunciar a su estilo.
Desde el comienzo el Teucro consiguió al imponer su ritmo frenético de idas y venidas. Los teucrista eran los que manejaban la batuta del partido con una efectividad en ataque y velocidad que consiguieron romper el orden defensivo de un Ibiza que no conseguía jugar el balonmano que le favorece. Pese a todo, el conjunto ibicenco se mantenía en el partido gracias a su potencial ofensivo, que primero lideró Iriarte y después tuvo fue más repartido.
En el Teucro, por su parte, la efectividad desde la línea de 7 metros de Ángel Iglesias, sumada a la movilidad de la primera línea fueron decisivas para que el equipo entrenado por Irene Vilaboa se fuese con una mínima ventaja al descanso (17-16).
El Teucro metió una marcha más tras pasar por vestuarios. El equipo pontevedrés salió mejor en el segundo acto, con un Wermbter también más acertado bajo palos, y consiguió su primera ventaja importante en el marcador nada más reanudarse el encuentro (19-16). A partir de ahí siguió de nuevo el intercambio de golpes, siempre con el Teucro jugando con la tranquilidad que le daba el verse por delante en el electrónico e intentando la escuadra azulona instaurar una mayor tranquilidad que la locura en la que se convirtió la primera parte.
El trabajo colectivo local, sin individualismos y muy generoso tanto en defensa como en ataque, junto a una cierto muy alto desde un punto de penalti al que no dejaron de acudir en todo el partido, marcó las diferencias en un partido en el que el Ibiza nunca terminó de sentirse cómodo. El Teucro amarró así su primera victoria de la temporada en casa en un final mucho más plácido de lo que cabría esperar.