La antigüedad como factor de riesgo a la hora de sufrir un accidente mortal

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Tráfico y policías arrancan una campaña para comprobar el estado de los coches

17 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A mayor antigüedad de un vehículo, mayor riesgo de sufrir un accidente mortal en carretera. Es lo que asegura un estudio de la DGT al afirmar que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de diez a quince años de antigüedad en relación con los que tienen menos de cinco años. Y las cifras parecen corroborarlo, toda vez que los datos oficiales constatan que el 58 % de los automóviles en los que viajaban las víctimas mortales de accidentes de tráfico ocurridos en vías interurbanas gallegas el pasado año tenían entre diez y veinticuatro años de antigüedad.

La única respuesta al efecto del paso del tiempo sobre un vehículo es extremar el mantenimiento del mismo, prestando especial atención a los elementos de seguridad, caso de neumáticos o el alumbrado. En este sentido, desde este lunes y hasta el jueves, la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra, en colaboración con distintas policías locales de la comarca, caso de la de Poio, la de Marín o la de la ciudad del Lérez, llevarán a cabo una campaña específica para verificar, primordialmente, el estado de los neumáticos y del alumbrado.

En relación con este último aspecto, fuentes policiales remarcaron que se ha venido comprobando que circular en horario diurno con las luces cortas activadas contribuye a minimizar el riesgo de un accidente. Además, hay que tener en cuenta que a medida que avance el otoño y llegue el invierno, las horas de luz disminuirán y con ellas la luminosidad, que también se puede ver muy afectada en condiciones meteorológicas adversas tan propias de esta época del año.

Además, el hecho de llevar las luces encendidas hace que los peatones y viandantes se percaten con mayor prontitud de la presencia de un coche. Tres son los factores que llevan a los cuerpos policiales ha incidir en la necesidad de activar el alumbrado durante el día: por un lado, con las luces un vehículo oscuro es visible a 170 metros; por otro, ofrecen mayores márgenes de seguridad en los adelantamientos; y, ya por último, los coches con luces encendidas se estiman más cercanos que los que no llevan luces.

De igual modo, Tráfico de Pontevedra y la Policía Local de Poio incidieron en la necesidad de que el dibujo de los neumáticos no esté muy gastado, toda vez que constituyen el único punto de contacto del automóvil con la carretera. «Son los encargados de asegurar la adherencia en el empuje, en la frenada y en el deslizamiento lateral», pero, de igual modo, son los responsables de que «la dirección del recorrido del vehículo sea la deseada y de la amortiguación de las imperfecciones del pavimento».

En este sentido, las autoridades recomiendan que la profundidad de las ranura del dibujo tenga como mínimo 3 milímetros, si bien el límite legal está situado en los 1,6 milímetros.

Otro aspecto que los agentes de Poio comprobarán es «o correcto estado de lexibilidade das placas de matrícula», mientras que desde la Guardia Civil de Tráfico insisten en recomendar «la necesidad de respetar la distancia de seguridad entre vehículos», algo que consideran es «un ‘escudo vital' para evitar una colisión por alcances en frenadas repentinas».