«Las ayudas son a corto plazo, pero pedimos un rescate en mayúsculas»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

XOAN CARLOS GIL

César Ballesteros, presidente de Feprohos, recalca que el sector aporta el 12 % del PIB, pero no recibe apoyos a la altura

14 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector de la hostelería está en el punto de mira de esta pandemia desde marzo. Y en la última semana han tenido que cerrar sus puertas por orden de la Xunta, que pese a reconocer lo injusto de la medida, quiso recortar el ocio de los gallegos para poner freno a los contagios. Ellos se han echado a la calle para intentar salir a flote cuando «nos están ahogando», apunta el presidente de la Federación provincial de empresarios de hostelería (Feprohos), César Ballesteros.

-¿Sienten que están desprotegidos?

-La situación actual se ha vuelto crítica en Galicia, el verano no ha dado la rentabilidad suficiente y el resultado es que la cosa se complica en invierno. Las decisiones sanitarias están perjudicando al sector y lo están abocando al cierre, la desesperación es tremenda y establecimientos con mucha antigüedad se están viendo obligados a cerrar. En el horizonte de la temporada no se espera que vaya a haber un recorrido cercano a la normalidad, la situación es extrema.

-Es uno de los sectores más castigados desde marzo, ¿cómo valoran las ayudas de la Xunta al sector?

-Esas ayudas a la hostelería todavía estamos pendientes de saber lo que se publique en el Diario Oficial de Galicia. Sí puedo decir que la parte fundamental es que es un mecanismo nuevo en cuanto a al forma de pago para que sea lo más rápido posible, pero todo es mejorable. Más que el formato de las ayudas, el montante solo puede dar para subsistir un par de semanas por el perjuicio ocasionado.

-¿Creen que podrán salvar parte de la campaña navideña?

-Ahora no va a haber una Navidad normal, ni cenas de empresa, ni comidas, ni celebraciones y piensas ¿cuándo vamos a llenar la hucha? No empezaremos a generar recursos hasta Semana Santa, pero los ERTE esperemos que los prorroguen porque acaban el 31 de enero. Con todas estas decisiones se va ahogando el sector y tampoco han dado justificación real que avalen los motivos de los cierres de la hostelería. Dicen que hay que restringir los actos sociales, pero lo que deberían hacer es darnos las normas y nosotros las haremos cumplir, como si tienen que entrar con escafandra.

-¿El sector está hoy más tranquilo que hace diez días?

-No, lo que está es quemado porque ve que se está muriendo. Ve como se ahoga y no va a haber salvación para muchos. Las ayudas que llegan son a corto plazo, pero nosotros pedimos un rescate en mayúsculas como se hizo con la banca.

-Habla de una reestructuración a largo plazo, ¿verdad?

-Es evidente que va a haber muy pocas empresas que aguanten hasta que empiece una actividad normal. Vamos a ver como arranca la próxima primavera, pero el que llegue tendrá que hacerlo en condiciones. El 12 % del PIB de España lo aporta el turismo y las ayudas que se han dado son las equivalentes a las que ha dado Hungría al turismo. Parecemos Kazajistán. ¿Somos un país o somos Haití y no hay recursos?

-Y la situación de los hoteles no es mejor. Muchos están vacíos los fines de semana.

-Los hoteles están abiertos 24 horas y necesitas cambios de turnos, te da una media de cuatro trabajadores necesarios en recepción para mantener un hotel abierto. Evidentemente, con tres clientes, es inviable. La pregunta es, ¿cuánto tiempo vamos a estar abiertos? Estamos dentro del código que nos permite solicitar bonificación en las cuotas de la Seguridad Social que en la hostelería nos está costando pelear. El sector hotelero normalmente tiene más capacidad económica, pero muchos ya están cerrados temporalmente.

«Estamos quemados porque vemos falta de sensibilidad de las administraciones»

El sector repasa como están actuando en el resto de Europa y pide a las administraciones que dejan de lado una enorme «falta de sensibilidad».

-Miran a Europa para poner ejemplos de cómo se han gestionado los cierres, ¿creen que se ha actuado bien?

-En los principales países europeos cuando llegan las restricciones vienen con ayudas a cualquier nivel. Estamos bastante quedamos porque vemos falta de sensibilidad por parte de las administraciones. El ocio nocturno sigue pagando el autónomo desde marzo y están obligados al cierre. Las ayudas de la Xunta son 12 o 15 millones, pero coincide justo con el mes en el que se paga el IBI y está por encima de las cantidades que se reciben. Los impuestos directos que se están pagando vienen sin ningún tipo de rebaja después de estar cerrados o con aforos reducidos. Algunos ayuntamientos, como el de Vigo, te quita la tasa de la terraza, pero el 70 % no la tienen. Todas las administraciones están en otra dimensión a la de los problema que tenemos.

-¿Qué balance hace de una semana de restricciones?

-El que ya se hacía. Es muy sencillo, el 40 % de los que han cerrado ahora no van a volver a abrir sus puertas. No hay ninguna ley para que los propietarios de los locales estén obligados a hacerte un descuento. Se habla de la buena fe, pero el propietario puede ser el banco, a través de una hipoteca, y tampoco ahí hay nada. Nos encontramos con dificultades graves porque el que no está al corriente de los pagos no puede optar a las ayudas.