Después de un fin de semana de descanso por las concentraciones de las selecciones nacionales la liga Asobal retoma esta tarde la competición. El Cisne visitará (20.00 horas) al Atlético Valladolid e inaugura un mes de noviembre en el que disputará seis partidos al jugar dos de ellos entre semana. Hoy visitarán la capital pucelana y el próximo sábado recibirán al Bidasoa en casa, antes de volver a jugar el próximo martes contra el Logroño el partido aplazado por covid. Tres días después será el Benidorm su próximo rival y otra vez entre semana, el 25 de noviembre, disputarán el otro encuentro suspendido contra el Guadalajara. El 28 de noviembre visitarán al Sinfín y unos días después disputarán el encuentro contra el Bada Huesca. Será un mes de competición después tres semanas de parón.
El Cisne recuperó ya esta semana a toda la plantilla después de que en el último partido contra el Barça tuviese seis bajas por covid. La normalidad ha vuelto al equipo y debutará ante un rival complejo como el Valladolid. «Es un desplazamiento complicado ante un equipo que ha comenzado el año con un alto nivel de juego y de resultados», señala Marcos Otero, segundo entrenador del Cisne, quien explica que los pucelanos siguen siempre un esquema que les da resultados: «Tienen un juego clásico, con una defensa muy bien planteada con un 6-0 cerrado en el central, está funcionando muy bien la portería y explotan el contraataque. Tienen muchísima habilidad en ataque».
El Valladolid es un bloque casi idéntico en los últimos años, que obligará al Cisne a salir muy centrado. No ha cambiado mucho en los últimos años, pero han sabido suplir la ausencia de Rubén Río con Miguel Martínez, que ha destacado en los primeros partidos de liga. «Es un lanzador y uno de los grandes jugadores que tiene», apunta Marcos Otero, que apuesta por neutralizar el juego pivote para poder puntuar.