Un reconocimiento a su trayectoria, pero también a sus raíces. El Concello de Poio le dedicará a Pepe Solla, fallecido a principios de este año, la Rúa do Adro, en la parroquia de San Salvador y donde se encuentra la vivienda familiar. En este punto, se colocará una placa conmemorativa.
La iniciativa impulsada por la concejalía de Memoria Histórica, será, en principio, llevada al próximo pleno municipal del 27 de octubre. En este sentido, desde el Concello recordaron que este expediente se inició en enero, «pouco despois do pasamento do histórico chef poiense», si bien el procedimiento se vio afectado por la pandemia del coronavirus.
Esta iniciativa rendirá homenaje al fundador de Casa Solla y, al mismo tiempo, «un dos grandes persoeiros na historia do municipio e que deixou un legado impagable no ámbito da gastronomía e da restauración, tanto a nivel autonómico como nacional». «Un dos embaixadores máis importantes de Poio», en palabras de Marga Caldas.