Casi el 32 % de los hospitalizados en el área por covid están graves

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La unidad de corta estancia de Montecelo se usará para el ingreso de críticos no covid

07 oct 2020 . Actualizado a las 20:41 h.

Los hospitales gallegos tuvieron que diseñar un plan de contingencia para la pandemia del covid-19 el pasado marzo. En el caso del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, donde ocho municipios mantienen actualmente restricciones especiales por la incidencia del coronavirus, esa organización establecía hasta 400 camas para el ingreso de pacientes potenciales de covid. Se distribuían entre los tres hospitales públicos (Montecelo, Provincial y O Salnés) y el privado Quirónsalud Miguel Domínguez.

En un caso extremo que no llegó a darse, se manejó habilitar espacios alternativos para la hospitalización de infectados no graves en una situación de colapso de los centros sanitarios de referencia. Primero se pensó en el antiguo hospital de la Escuela Naval Militar de Marín, que no llegó a ceder Defensa al Sergas, y después se barajó el Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD). Afortunadamente, la incidencia del virus bajó tras el confinamiento y la situación mejoró.

¿Y para los pacientes más graves? En este caso, ese plan de contingencia elaborado por la dirección, en colaboración con varios servicios hospitalarios, establecía hasta 50 puestos para la atención de enfermos covid críticos. A los 10 con los que cuenta la unidad de cuidados intensivos (uci) de Montecelo, se sumaban, en caso de necesidad, la habilitación de otros espacios como uci. En Pontevedra se llegó a usar la unidad de reanimación y también la de recuperación pos anestésica (urpa). No fue necesario echar mano de la unidad de coronarias ni de quirófanos, otras opciones que se contemplaban.

En el pico de la pandemia, cuando el 1 de abril llegó a haber 116 personas hospitalizadas entre plantas y uci, la cifra más alta de pacientes críticos fue de 21. Aunque fue una medida no exenta de polémica, a finales de ese mes la dirección cerraba la uci para llevar a cabo una desinfección y habilitar dos boxes de aislamiento. Esta actuación permite una atención adecuada y sin riesgo a pacientes de covid aislados y a pacientes no covid en la misma unidad.

¿Cómo es la situación este octubre? Este martes había 22 personas positivas hospitalizadas en el área. De ellas, casi el 32 % (31,8) necesitan atención especializada en la uci debido a su gravedad. Esa unidad tiene capacidad para diez enfermos críticos y ya tiene ocupadas siete camas. El resto de pacientes graves no covid se atienden en las unidades de reanimación y de recuperación pos anestésica (urpa). Trabajadores de la uci comentaron ayer que inicialmente se iba a dejar la unidad de corta estancia (uce), con ocho camas, para casos covid. Finalmente, no será así y se convertirá en lo que en el argot se denomina una uci «limpia». Este martes estaba previsto que ingresaran en esta unidad los dos primeros pacientes. No obstante, varias enfermeras aludieron a que «falta personal» y que el traslado se hará de forma paulatina. Tras su renovación, la uce también dispone de boxes cerrados, por lo que en caso de presión asistencial también se podría usar para la atención a pacientes covid.