Restricciones en Vilaboa y Poio para atajar la transmisión comunitaria

m. gago / n. d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El grueso de los brotes se debe a las celebraciones familiares y reuniones de amigos

12 sep 2020 . Actualizado a las 21:00 h.

Los municipios de Vilaboa y Poio se suman a las restricciones especiales contra el coronavirus que se impusieron en Pontevedra desde la madrugada del jueves. Otros municipios de la provincia en la misma categoría desde ayer incluyen a O Rosal, A Gurda y Lalín. El incremento de casos de covid en todos estos concellos ha sido determinante en unas áreas sanitarias donde los casos siguen acumulándose y la transmisión comunitaria es un hecho innegable. La medida se adopta para intentar atajar la difusión del covid en un ámbito donde el grueso de los brotes detectados se deben a las celebraciones familiares y a las reuniones de amigos.

Las cifras, que se vuelven obsoletas en cuestión de horas porque siguen apareciendo nuevos casos, revelan que en la provincia desde el 2 de julio se han contabilizado 134 brotes, de los que 54 son del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés y de los concellos del Deza. De estos 54 brotes, 35 se dieron en celebraciones familiares o reuniones de amigos y produjeron 207 casos. Esta es la principal fuente de difusión del virus en nuestro entorno. Suponen el 64 % de los brotes detectados y el 58 % de los positivos.

Ya a distancia se encuentran los brotes en el entorno laboral (17), que provocaron 137 casos, mientras que once positivos se dieron en cuatro centros sociocomunitarios como las residencias.

El jefe de servicio de alertas epidemiológicas de Pontevedra, Miguel Álvarez, precisó que en Pontevedra y O Salnés y en Deza-Tabeirós, la mayoría de los brotes están relacionados con personas de la franja de edad de los 15 a los 25 años, mientras que en el área de Vigo, la mayoría se sitúa entre los 25 y los 44. Es decir, en el norte de la provincia, el grueso de los casos es «gente joven». Al menos por ahora.

Vilagarcía y Sanxenxo

El área metropolitana de Pontevedra es la que concentra el mayor número de positivos. Vilagarcía y los concellos del entorno más inmediato, no están en el radar de las restricciones. Por ahora. «Vilagarcía va bien, de momento bien», indicó Álvarez. Sanxenxo, una vez terminada la temporada estival tampoco preocupa ahora mismo tanto, porque el verano pasó con «brotes pequeños» y a estas alturas de septiembre los turistas ya se han ido. Marín es el tercer concello del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés y su evolución también se sigue con cautela, ya que se han detectado brotes, como uno que afectó a cinco personas de una misma familia.

Al analizar casos más concretos, el responsable de alertas epidemiológicas indicó, por ejemplo, en dos fiestas de cumpleaños de Pontevedra se detectaron quince positivos; en una primera comunión en Vilaboa, otros cuatro; en un cumpleaños en Poio, otros catorce.

Para Miguel Álvarez, este es un momento en que hay que meditar bien los pasos que se dan en las familias y entiende que las celebraciones son momentos especialmente delicados, porque es más difícil resistirse a quitarse la mascarilla o conseguir guardar la distancia social recomendada.

¿Qué se aconseja a la población desde el Sergas? El jefe de servicio de alertas epidemiológicas lo tiene claro. «Primero calma». Añade: «Lo de los brotes lo esperábamos, no todos tan juntos y con tanta gente implicada sobre todo en agosto y septiembre, pero era algo esperado».

Así que dado que de momento no hay vacuna, y nos encontramos en una situación complicada, desde Alertas Epidemiológicas se recomienda que se pospongan celebraciones y reuniones con más de diez personas, se utilice la mascarilla, se guarde la distancia social y se haga una frecuente higienización de manos.