Nantes vuelve a acudir a las escopetas para salvar sus maizales de los cuervos

Los maizales del valle que comparen la parroquia sanxenxina de Nantes con la meañesa de Lores están bajo asedio. Las colonias de cuervos que habitan este entorno y que los vecinos cifran en varios cientos encuentran en este ámbito agrícola un lugar donde surtirse de grano. Si en primavera causaron ya trastornos al comerse los sembrados, lo siguen haciendo ahora con el maíz que está creciendo en los campos. No lo dejan ni siquiera madurar en las mazorcas. La única solución que le ven los vecinos, después de probar diversos sistemas para ahuyentarlos, son las escopetas. «Soamente se van a tiros», indica uno de los afectados.

Los vecinos van a reclamar a la Consellería de Medio Rural que autorice batidas contra los cuervos en este entorno, como única forma de garantizar que habrá un mínimo de cosecha. En este área los jabalíes no suponen el problema que existe en otras partes de la comarca, pero los agricultores lamentan que recogen una cantidad mínima del maíz plantado como consecuencia de la acción de los cuervos. En veranos anteriores llegaron a probar con aves de presa, pero los cuervos aprendieron a acudir a los campos cuando no estaban los cetreros ya sí eludieron la trampa. Los cuervos de este valle son demasiados también para sus depredadores naturales, por lo que los afectados consideran que la única solución que les queda son los cazadores.

En primavera, los vecinos se conformaron con que dos cazadores por turnos recorriesen las fincas al amanecer para ahuyentar a tiros a los pájaros. Sin embargo, ahora mismo el atrevimiento de las bandadas ha alcanzado un grado tal que los afectados entienden que no vale con medidas para asustarlos, sino que hay que aplicar también un sistema para reducir su población y salvar sus campos.

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