Pontevedra, sin comedores escolares ni Plan Madruga el próximo curso

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La medida, un torpedo en la línea de flotación de la conciliación laboral y familiar en Pontevedra, es consecuencia del protocolo frente al covid-19

01 ago 2020 . Actualizado a las 19:22 h.

La Federación de ANPA de centros públicos de la provincia de Pontevedra (FANPA) confirmó la suspensión de los comedores escolares y del Plan Madruga en la ciudad en el próximo curso escolar 2020-2021, así como remarcaron que están en riesgo todas las actividades extraescolares que se desarrollan en los centros que gestiona este colectivo. En el trasfondo de esta decisión, el protocolo impulsado por la Consellería de Educación del que aseguran se ha implantado sin tenerles en cuenta e imponiendo unas medidas que hacen inviable el desarrollo de estas iniciativas.

La decisión es, según reconoce Rogelio Carballo, un misil en la línea de flotación de la conciliación laboral y familiar. «Convendría hacerse la pregunta de hasta qué punto, dado que los comedores escolares han sido una herramienta fundamental para extender la educación pública y para impulsar centros que tenían una matrícula depauperada, esto no es sino un ataque a la educación pública», remarcó el presidente de la FANPA aludiendo a que el protocolo para los comedores escolares o el Plan Madruga es «muy diferente» del que se establece para el transporte escolar o las aulas.

«Parece que hay una intencionalidad», añadió criticando que la consellería no les hubiera tenido en cuenta a la hora de elaborar el protocolo. Y eso que, según remarcó, «las familias desarrollamos el 50%, más o menos, de los comedores escolares de los centros públicos. Si no hablas con nosotros para preguntarnos qué necesitamos, cómo podemos desarrollarlos en estas circunstancias e impones unas medidas que son inasumibles parece evidente que hay alguna intencionalidad. Sino, no se puede entender».

A modo de ejemplo expuso que «no se puede entender que veinticinco niños puedan estar en un aula lamiéndose unos a otros, sin mascarillas y sin separación, y luego esos mismos niños tengan que estar separados metro y medio en el comedor».

Actividades extraescolares

De igual modo, y aunque no hay una decisión común la respecto, las actividades extraescolares también se encuentran en la cuerda floja. En este caso, el protocolo autonómico establece que la ANPA que organicen cada una de estas actividades será responsable de los posibles contagios o brotes por covid-19, además de que será preceptivo obtener una autorización previa de una comisión conformada por un director y dos profesores.

En estas circunstancias, Rogelio Carballo entiende que las comisiones se van a cuidar mucho de conceder permisos, pero las ANPA, dado que se les traslada la responsabilidad del surgimiento de un brote, van a optar por no organizarlas para evitarse cualquier tipo de reclamación si se producen contagios. «Estamos hablando de reclamaciones económicas, no de otros tipo de reclamaciones por culpa de que un niño contagie a su abuelo o a un padre y este fallece. Es una situación demoníaca».

Rogelio Carballo tiene claro que si se tratara de un «protocolo fantástico, negociado con todo el mundo, no se hubiera presentado justo después de las elecciones».

En todo caso, la FANPA no tira la toalla y no descarta convocar movilizaciones para intentar que se modifique el protocolo y se puedan retomar estas iniciativas.