El himno nacional de Suecia sonó a ritmo de gaita en el homenaje a Mörling

Marcos Gago Otero
m. gago BUEU / LA VOZ

PONTEVEDRA

Concello de Bueu

Staffan Mörling, el recién fallecido profesor e investigador, era conocido entre los vecinos de Bueu como «o mozo sueco de Ons». Realizó un amplio trabajo de investigación sobre las embarcaciones tradicionales de la isla

21 jul 2020 . Actualizado a las 12:35 h.

Los acordes del himno nacional de Suecia, la patria natal de Staffan Mörling, «o mozo sueco de Ons», sonaron a ritmo de gaita en el homenaje que el Concello le organizó al recién fallecido profesor e investigador, como culminación de la Semana da Cultura Mariñeira. El escenario fue cuidadosamente escogido. Nada mejor que el astillero de ribeira de A Banda do Río. La semblanza de Mörling corrió a cargo de Xurxo Souto, con la participación también del alcalde, Félix Juncal, y del edil de Cultura, Xosé Leal. Fue precisamente a este último al que se le ocurrió la idea de que se interpretase el himno sueco en este emotiva jornada para muchos isleños y vecinos de Bueu.

El encargado de realizar esta misión fue Marcos Campos, director de Manxadoira, banda de gaitas que también se ocupó de tocar varias piezas de estilo marinero durante la ceremonia. Campos explicó que Leal se puso en contacto con él y le preguntó sobre cómo veía tocar con una gaita el himno del país nórdico. Era la primera vez que recibía un encargo de esta clase.

«Le dije que primero iba a escuchar si se podía tocar con gaita», apuntó. Una vez que lo hizo, todo fue rápido. «Fue muy fácil, tiene una melodía muy sencilla para tocar con la gaita», afirmó. Campos añadió que mientras él tocaba en solitario, puso de playback una banda moderna, para que sonase mejor todo. «A la gente le gustó mucho», apuntó y el resultado lo pueden escuchar en la edición digital de La Voz de Galicia en Pontevedra.

El homenaje póstumo de Bueu a Staffan Mörling es merecido. Fue el mayor investigador de la etnografía y la cultura tradicional de la isla, especialmente de las dornas. En Ons, además, no solo encontró embarcaciones históricas, también encontró a la que fue su mujer, Josefa Otero, y una comunidad isleña que lo hizo sentir como uno más.