La ausencia de los testigos clave suspende el juicio por 62 kilos de coca

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

POOL / RAFA VÁZQUEZ

Los agentes que llevaron a cabo la operación en la ría se encuentran de vacaciones

21 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia de Pontevedra se ha visto obligada este lunes a suspender el juicio contra tres acusados de intentar introducir una partida de 62 kilos de heroína a través de la ría de Pontevedra. La vista oral se aplazó a octubre -se ha señalado que se celebre entre el 27 y el 29 de ese mes- a petición del fiscal tras confirmar que los testigos claves del proceso no se habían personado. Se trata de los agentes que llevaron a cabo el operativo que terminó con el arresto de los sospechosos y la intervención de los estupefacientes, que se encuentran de vacaciones, según confirmaron desde Europa Press.

El ministerio público, asimismo, defiende que los tres encausados permanezcan en prisión preventiva hasta que se emita la sentencia, así como que abonen una fianza para, de algún modo, asegurar el pago de las posibles multas. No en vano, solicita para los dos gallegos imputados, el sanxenxino Rubén P. R. y para el vecino de Valga, L. C. C., una pena de trece años y medio de cárcel y el pago de sendas multas de cinco millones de euros, mientras que para el colombiano Harbey C. P. rebajas las pretensiones hasta los diez años de prisión y el bono de sendas multas de casi dos millones.

El fiscal mantiene la tesis de que los acusados, junto con terceras personas que no han podido ser identificadas, se concertaron en los meses de abril y mayo del 2017 para orquestar el envío de una partida de cocaína a bordo de un mercante. Su intención era que, cuando este buque enfilase la boca de la ría de Pontevedra, Harbey C., que viajaría como polizón, se arrojase con la droga por la borda, para, de este modo, ser recogidos por Rubén P. en una embarcación propia.

Sin embargo, todo se torció cuando el capitán del Cap Beatrice, que se dirigía rumbo al puerto de Marín, descubrió a Harbey e informó a las autoridades españolas. Uno de los investigadores, actuando a modo de agente encubierto, se hizo pasar entonces por el colombiano para mantener la comunicación con sus presuntos compinches.

De este modo, en la madrugada del 4 de mayo se procedió a una entrega controlada de los fardos de droga, que fueron sustituidos por dos bultos que fueron alijados por el pesquero Teresa. Comenzó entonces una persecución por la ría de Pontevedra que terminó con el arresto de Rubén. En su domicilio de Sanxenxo se intervinieron cocaína, cannabis y MDMA, dos pistolas de aire comprimido y dinero en efectivo.

En cuanto al tercer encausado, L. C. C., el fiscal sostiene que fue una de las personas que gestionó «la introducción de nuevas partidas de sustancias estupefacientes en territorio nacional».