El coronavirus «marca el paso» en la Escuela Naval

PONTEVEDRA

ADRIÁN BAÚLDE

Más de setenta futuros oficiales de la Armada juraron este sábado bandera en Marín

19 jul 2020 . Actualizado a las 11:11 h.

Ni los más viejos del lugar recuerdan una ceremonia de entrega de los Reales Despachos en la Escuela Naval Militar de Marín sin la presencia de autoridades civiles o de la Casa Real. Pero es que la pandemia del coronavirus ha trastocado todo los ámbitos, y el militar es uno de ellos.

Así, las mascarillas se han convertido en un elemento más de los uniformes de los alumnos y nuevos oficiales que este sábado formaron en las instalaciones de esta academia castrense. En total, 111 nuevos oficiales de la Armada, la mayoría de los cuales se integran en los cuerpo generales, recibieron sus primeros destinos dentro de la Armada.

No cabe duda de que, a partir de ahora, comenzará la parte más complicada de su profesión. Y es que , según reconocen los que ya llevan años en esta profesión, no hay nada que entrañe una mayor responsabilidad que dirigir a otros militares.

Y mientras unos abandonan la Escuela Naval, ya sea para embarcarse en buques o, incluso, submarinos o para realizar labores administrativas, otros empiezan, por así decirlo, a dar sus primeros pasos en el estamento. Es el caso de los 71 alumnos aspirantes a oficiales, 57 del cuerpo general y los restantes catorce de infantería de marina, que este sábado juraron bandera tras haber superado el primer año de estudios y aprendizaje.

Estos últimos han visto como la pandemia del covid-19 alteraba el normal desarrollo de su formación, una situación que determinó que en la ceremonia de ayer apenas pudiesen estar acompañados por un par de familiares. En todo caso, esperan que las consecuencias del covid-19 vayan remitiendo hasta el punto que, «durante el próximo curso 2020-2021, se recuperarán las actividades de instrucción y adiestramiento que no se pudieron realizar».

De igual modo, estos actos tampoco coincidieron con las celebraciones del Día del Carmen y no estuvieron presididos, como es tradición, por un representante de Defensa o el Rey Felipe VI, quien, por primera vez, no acudió a ninguna de las distintas ceremonias de entrega de despachos que se realizan en las academias de la Armada.

De este modo, fue Teodoro López Calderón, almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, quien asumió este rol.