En Raxó denunciaron a un motorista que adelantó sin guardar el metro y medio
16 sep 2020 . Actualizado a las 20:58 h.A pesar de que, en gran medida debido a las repercusiones de la pandemia del coronavirus, la accidentalidad en carretera este año está marcada por un descenso generalizado, en el seno de la Guardia Civil existe preocupación por los altos indicadores de siniestralidad que, en términos globales, se registra entre los usuarios de motocicletas. De este modo, una de las medidas impulsadas por Tráfico para minimizar estas cifras es el empleo de motocicletas camufladas en las principales rutas moteras de la provincia, así como en aquellas vías de comunicación en las que se observa una elevada densidad circulatoria.
Es por ello que la denominada carretera de la costa, la PO-308, se haya convertido en uno de los objetivos prioritarios de esta campaña. Así, según trascendió, desde hace días una de las motos camufladas de Tráfico recorre los casi treinta kilómetros que separan la rotonda del puente de A Barca, en Poio, de la playa de A Lanzada, en Sanxenxo.
Se trata de vehículos sin rotular a cuyos mandos se encuentran agentes de paisano. Su objetivo no es otro que controlar aquellas infracciones y maniobras antirreglamentarias, pero también los excesos de velocidad -están equipadas con radares- y posibles conducciones erráticas derivadas de un consumo de alcohol. Prueba de la vigilancia a la que están sometiendo a este vial es la denuncia tramitada este fin de semana en el entorno de Raxó y de la que se ha hecho eco la aplicación Social Drive.
La moto, al parecer, estuvo controlando buena parte de la PO-308 entre el mediodía y primera hora de la tarde. De este modo, en las inmediaciones de Raxó, el agente observó como un motorista adelantaba a un vehículo sin guardar el metro y medio de separación que establece la normativa de circulación, circunstancia que determinó que le diesen el alto al infractor para comunicarle la propuesta de sanción correspondiente.
Rutas moteras
Además de esta moto, la Guardia Civil de Tráfico en Pontevedra dispondría de una segundo vehículo de similares características para controlar algunas de las carreteras de la provincia más utilizadas por los moteros. Es el caso del tramo entre Baiona y A Guarda de la PO-552, la carretera que enlaza Vigo con Tui, pero también de la N-541, principalmente en la subida al Paraño. De igual modo, se intensifican los controles en la N-555, la PO-250 y la PO-400.
A este esfuerzo de vigilancia de la red viaria del entorno de Pontevedra, la Guardia Civil suma una veintena de radares, tanto fijos como móviles. De este modo, y en cifras globales para todo el territorio nacional, la DGT confirmó hace escasos días que en la operación Verano se desplegarán 1.392 radares, una docena de helicópteros, once drones y quince furgonetas camufladas, así como 216 cámaras de vigilancia de uso del móvil.
La DGT remarcó que el objetivo que se busca es reducir la accidentalidad, sobre todo, de aquella que está directamente relacionada con excesos de velocidad. En este sentido, se ha constatado un importante incremento de la accidentalidad tras el levantamiento del estado de alarma hasta el punto de que, en apenas dieciocho días, se registraron en toda España un total de sesenta fallecidos sobre el asfalto.