Pontevedra es la segunda de las siete grandes ciudades de Galicia donde se votó más el pasado domingo en proporción al censo electoral. Según los datos facilitados por la Xunta, un total del 58,72 % de los ciudadanos pontevedreses emitieron su sufragio en las urnas en los colegios electorales. Solo Santiago le supera en participación —en la capital de Galicia votaron el 63,10??% de su censo electoral—. Frente a estas dos ciudades, en Lugo votaron el 57, 16 % del censo; en Vigo el 57,16 %; en A Coruña, el 57,08??%; en Ourense el 56,44 %; y en Ferrol el 55,18 %.
Si estos datos avalan la implicación de los pontevedreses en las elecciones autonómicas, cabe señalar que en todas las grandes urbes de Galicia, la ciudad del Lérez incluida, se produjeron descensos de participación con respecto a los resultados cosechados en el 2016. Hace cuatro años fueron a votar muchos más gallegos de las ciudades que el pasado domingo. En Pontevedra, el descenso es de algo más de cinco puntos y medio, situándose en la mitad de la tabla. Ourense fue la que contabilizó una mayor pérdida porcentual de votantes —un -7,62 %— y Santiago la que menos —un 4,26 %—.
Por su parte, la repercusión de la crisis del coronavirus se sumó al tradicional impacto del sol y la playa en las elecciones. Y fueron dos factores que se dejaron notar y mucho. Primero, se modificaron los métodos de votación, ya que las medidas sanitarias impusieron la distancia social y otras cuestiones como el uso de gel hidroalcohólico, el cambio de ubicación de numerosos colegios electorales para hacerlos más seguros y evitar el riesgo de contagios. Los protocolos funcionaron y no se registraron incidentes destacables en la comarca.
Por otra parte, el deseo de evitar aglomeraciones tuvo como consecuencia alterar el flujo de votantes. Hubo una mayor afluencia de personas a los colegios durante la mañana, para así tanto evitar las colas como poder disfrutar de un día de playa sin interrupciones —las temperaturas en la ría de Pontevedra superaron los treinta grados en muchas playas—. Así pues, a las doce del mediodía, la participación en Pontevedra se incrementó más de seis puntos, relajándose a lo largo de la tarde de forma considerable. De hecho, los pontevedreses, seguidos por los vigueses, fueron los más madrugadores a la hora de acudir a las urnas y los ferrolanos los que menos.