El presidente de la Xunta paseó por las calles pontevedresas en su recorrido por las grandes ciudades gallegas
10 jul 2020 . Actualizado a las 15:09 h.Pontevedra fue la segunda parada en el circuito que el presidente de la Xunta recorre durante la presente jornada y cuyo objetivo es pedir a los habitantes de las siete ciudades gallegas «15 minutos de su tiempo para ir a votar el domingo».
Núñez Feijoo llegó a la ciudad del Lérez poco antes del mediodía, después de su primera comparecencia de la mañana, en Santiago de Compostela. Hizo aparición en la plaza de la Peregrina, acompañado por la candidata al Parlamento de Galicia por la provincia, Lupe Murillo, el portavoz municipal del PP, Rafa Domínguez, y el portavoz provincial, Alfonso Rueda. Allí se les unió también Ana Pastor.
La comparecencia tuvo lugar a las puertas del convento de San Francisco. En su breve aparición, Núñez Feijoo apeló a su «experiencia» y «xestión» como avales en un momento que él considera «decisivo e histórico». Afirmó que esta había sido la legislatura en que la Xunta de Galicia invirtió más dinero en la ciudad y pidió el voto de los pontevedreses para poder «completar os proxectos que temos para ela», en referencia a la estación intermodal y al Gran Montecelo, que en su opinión será «un dos mellores hospitais de España». También sacó pecho de aquellas iniciativas que se han completado durante los últimos años, como la rehabilitación del edificio de Benito Corbal, la de Ponte da Barca y la construcción de Ponte das Correntes, la cual fue cofinanciada entre la Xunta y el Concello.
Al ser cuestionado por la situación sanitaria en la comarca de A Mariña y el posible riesgo que supondrían las elecciones, Núñez Feijoo acusó a los partidos de la oposición de sembrar un miedo infundado: «Los que tienen miedo son ellos. Miedo de una nueva mayoría absoluta. Miedo a la libertad. Los que dicen que no se puede ir a votar, irán a votar», a lo que añadió que «Galicia es uno de los territorios más seguros de España. Apostaría por seguir con la misma situación sanitaria».
Después de ello, continuó su paseo por la calle Benito Corbal donde, en hora punta, recibió tanto felicitaciones como gestos torcidos de los transeúntes que se cruzó. Acabó su trayecto en Plaza Barcelos, visitando una tienda local de productos agrícolas — «un comercio coma os de verdade, os de toda a vida» — y una cafetería, en la que paró a refrescarse ante una jornada que aún se antojaba larga. Su siguiente parada, Vigo.