Los once tesoros naturales de frondosas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

REBECA TIZÓN

Cerdedo-Cotobade y A Lama aglutinan más de la mitad de los bosques de la provincia que buscan incluirse en el Rexistro de Frondosas Autóctonas

09 jul 2020 . Actualizado a las 12:31 h.

Son verdaderos tesoros naturales y, en muchos casos, unos grandes desconocidos más allá de sus vecinos, al tiempo que han sido testigos, como mínimo, décadas de la historia de Pontevedra. Con el fin de consolidar, mejorar la conservación y incentivar la puesta en valor de los bosques autóctonos, la Xunta de Galicia, a través de la Consellería do Medio Rural, creó el Rexistro de Masas Consolidadas de Frondosas Autóctonas, un instrumento en el que ya se están tramitando un total de 38 expedientes de inscripción, de los que once se ubican en las Rías Baixas.

De este modo, en el caso de esta provincia, son los concellos de Cerdedo-Cotobade, con cuatro bosques, y A Lama, con dos, los que aglutinan más de la mitad de estos expedientes. Así, en el caso de este último se busca incluir en el registro los montes de Covelo y Escuadra, este último muy conocido por los aficionados al senderismo al ofrecer una espectacular de media montaña en el que se pueden encontrar carballos y pinos.

Por su parte, Cerdedo-Cotobade opta a incluir en el registro autonómico cuatro bosques adscritos a las comunidades de montes de San Xurxo de Sacos; Viascón; As Casas das Minas e San Bernabé; y Limeres. Se trata de espacios de gran valor natural, pero también paisajístico y en los que se pueden encontrar interesantes muestras de simbología religiosa. Así, en el caso de Limeres, se puede visitar un cruceiro de gran interés etnográfico, mientras que en San Xurxo de Sacos destaca por la carballeira de San Xusto.

Al igual que en el caso de A Lama, Medio Rural tramita dos expedientes referidos a sendas comunidades de montes de Forcarei, Fixó-Portela y Vilariño, así como la relativa al Monte de Utilidade Pública de Agüeiros, en Arcos da Condesa (Caldas de Reis). Este último, según pone de manifiesto Laura Nieto Zás en Evolución de las decisiones dasocráticas y estado forestal del Monte Agüeiros» m.u.p. n.º 1 de la provincia de Pontevedra, es uno de los pocos exponentes que se conservan en Galicia de monte de utilidad pública «debido al proceso de devolución a las comunidades parroquiales de los montes vecinales en mano común que mantuvieron a los ayuntamientos como titulares durante mucho tiempo, al carecer las comunidades vecinales de entidad jurídica».

La lista de bosques de frondosas que podrían incluirse en el registro autonómico se completa con Faro Aveoso, en Moaña, y Ventín, en Fornelos de Montes.

Primera inscripción

De los 38 expedientes que tramita Medio Rural en toda Galicia, por el momento, solo se ha acordado la inscripción del monte Fraga de Areosa, «un souto de castiñeiros e bosque de ribeira de especiais valores titularidade do Concello de Mesía, na provincia da Coruña».

Pero ¿qué características definen a estos espacios naturales? La normativa refiere que en el Rexistro de Masas Consolidadas de Frondosas Autóctonas se podrán inscribir aquellos terrenos «cunha superficie mínima de monte de quince hectáreas que poden estar constituídas por tres coutos redondos, sempre que cada unha delas teña un mínimo de 3,75 hectáreas -25 % da superficie mínima- e unha idade media de vinte anos».

En este punto, desde Medio Rural destacan que Galicia cuenta, según datos del cuarto Inventario Forestal Nacional, con una superficie de masas de frondosas autóctonas de unas 415.000 hectáreas. En ellas se destacan, principalmente, especies como el «carballo, cerquiño, castiñeiro e bidueiro, xa sexa en forma de masas de unha soa especie ou en mesturas íntimas de dúas ou máis especies».

Conscientes de que se trata de entornos que «conforman a paisaxe característica de Galicia e teñen un alto interese para a conservación de especies e hábitats, así como unha gran capacidade de xerar recursos de alto valor para a sociedade» se impulsó la creación del registro autonómico. Con esta iniciativa se pretende «favorecer a xestión forestal activa das masas inscritas», de tal modo que se ha previsto que, entre otras medidas tengan prioridad a la hora de concederse ayudas públicas o se beneficien de actuaciones que apuesten por la divulgación de sus valores y de las utilidades directas que estas masas forestales generan.