Cinco alumnos del Centro de Formación e Experimentación Agroforestal de Lourizán participaron en los trabajos en el curso fluvial
19 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Llevaban unos cinco años colaborando en las campañas de limpieza de la asociación ecologista Vaipolorío de Pontevedra, pero este curso abrieron una nueva vía de formación. Cinco alumnos del Centro de Formación e Experimentación Agroforestal (CFEA) de Lourizán, al que muchos siguen llamando todavía escuela de capataces forestales, han realizado sus prácticas de empresa en el río Gafos. El año atípico por la pandemia del covid-19 obligó a retrasar el inicio de los trabajos, que arrancaron en mayo. «Tendrían que empezar en marzo y durar tres meses, y al final fue un mes y medio», explica el profesor y tutor Jesús de la Fuente. Las prácticas de los estudiantes del ciclo medio de Aproveitamento dos recursos naturais e forestais y del superior de Xestión dos recursos naturais e forestais son obligatorias, pero este año la Administración no cogió a ningún alumno y la colaboración con Vaipolorío permitió reasignar a estos estudiantes que iban a ir al Parque Nacional das Illas Atlánticas.
Y, ¿en qué han consistido sus labores formativas en el espacio natural de interés local (ENIL) del río Gafos? Han sido variadas e intensas, señala su tutor. Los alumnos hicieron un análisis de la situación actual de la vegetación de ribera, estudiando las distintas especies. También se centraron en la calidad ecológica del río utilizando para ello una aplicación informática de la Universidad de Barcelona (riu.net), que permitió recoger información de 56 puntos en el río. Aludiendo en ese trabajo a los distintos impactos que soporta el cauce, desde deficiencias en la red de alcantarillado a impactos directos de la actividad agrícola y forestal o captaciones de agua. Este miércoles los cinco alumnos, tres del ciclo medio y dos del superior, participaron en la limpieza y mantenimiento de la presa del molino de Cabanas. La formación incluyó también un estudio del arbolado de una braña espectacular de tres hectáreas de alisos. La eliminación de especies invasoras fue otra pata. En concreto, erradicaron dos exóticas invasoras, la falsa acacia en el molino de Cabanas y la tradescantia o amor de hombre debajo de puente del AVE. La protección el entorno de un carballo catalogado como singular fue otra tarea.
Tanto Vaipolorío como el CFEA están muy contentos con el resultado de esta primera experiencia formativa, a la que los alumnos llegaban «con ilusión y motivación». Este viernes rematarán con una práctica de pesca eléctrica en varias franjas del río en colaboración con Medio Ambiente.