Rescatar a la gatita Nerea: una odisea que duró seis horas en Pontevedra

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Difusion Felina

Tres voluntarias de Difusión Felina estuvieron desde las 16.30 a las 22.30 horas a pie de un coche para tratar de que una felina saliese de un motor

11 jun 2020 . Actualizado a las 12:52 h.

Rescatar a la gatita Nerea. Esta fue una odisea que ayer, miércoles, llevó nada menos que seis horas en Pontevedra. La historia tuvo final feliz y la felina se recupera ahora en brazos de las voluntarias de Difusión Felina, una entidad rescatadora de gatos, pero lo cierto es que para salvar a la gata hubo que armarse de bastante paciencia. 

Todo empezó ayer, martes, por la mañana. Una persona que paseaba por el perro por el puente de Santiago pontevedrés, llegando casi a A Xunqueira, escuchó maullar un gato. Se fijó y se percató de que, como pasa tantas veces, el felino se había metido en el motor del vehículo. Esta persona decidió esperar para ver si el animal salía de allí por sus propios medios. Pero, sobre las tres y media de la tarde, volvió al lugar y vio que todo seguía igual, y que el animal continuaba maullando desde el automóvil. Entonces, no lo dudó y pidió ayuda a Difusión Felina, una entidad acostumbrada a rescatar gatos en todo tipo de situaciones. ría. 

Y, a las 16.30 horas, allí desembarcaron tres voluntarias de Difusión Felina. Se trataba de Candy, Marga y María. Como siempre hacen, intentaron atraer al animal ofreciéndole comida, a ver si salía del motor. No lo lograron. Luego, emplearon otra de sus tácticas habituales, tal y como cuenta Candy García: «Le pusimos maullidos de gatitos con el YouTube para animarle a salir pero no lo hacía, así que empleamos a pensar que estaba atrapado, porque sino es muy raro que no salga». 

Llamaron entonces a la Policía Local de Pontevedra para ver si se podía localizar al dueño del coche, y que este abriese el capó a ver si así salía la felina. Pero el propietario del automóvil no figuraba empadronado en Pontevedra, así que los agentes no podían acceder a sus datos. Continuó la odisea pidiendo ayuda en las redes sociales. Y, finalmente, se dio con el dueño del coche, que resultó ser una persona que estaba trabajando y que era imposible que pudiese acercarse al lugar hasta muchas horas después. «Fue muy agradable, pero le era imposible venir o mandar a alguien hasta hoy a las nueve de la mañana. Entendemos su situación», informó Candy. 

Aún así, las voluntarias decidieron quedarse a pie del coche. Por fin, a las diez y media de la noche, y tras mucho insistir e insistir, la gata por fin salió del automóvil y la pudieron coger. La decidieron bautizar como Nerea en honor de una voluntaria que también se acabó sumando al operativo. Y ahora buscan un hogar para ella. Tiene unos dos meses y medio de vida y hoy estaba pasando revisión en el veterinario, aunque su salud parece de hierro. «Es súper cariñosa, nada más salir se me frotaba en la pierna, como en señal de agradecimiento», sostiene Candy.