A pesar de su antigüedad, mantenían su capacidad explosiva
29 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La limpieza de un galpón en el lugar de Acuña, en el municipio de Vilaboa, deparó este lunes en un hallazgo totalmente inesperado: dos granadas de la Guerra Civil. Ambos artefactos estaban guardados en una caja de madera de este trastero anexo al domicilio del vecino que realizó el descubrimiento y que, acto seguido, alertó a la Guardia Civil.
De este modo, tras informar de lo ocurrido al puesto de Moaña, se activó el protocolo de actuación por parte de los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil para la recogida y neutralización de los dos artefactos. Así, especialistas Tédax del Servicio de Desactivación de Explosivos de la Comandancia de Pontevedra fueron los encargados de recoger ambas granadas para su posterior destrucción.
Estos expertos confirmaron la peligrosidad de ambos dispositivos, toda vez que verificaron que, «a pesar de su antigüedad y de su mal estado de conservación, mantienen activas sus propiedades explosivas». Se trata, según pudieron comprobar, de una granada de mortero y otra de mano defensiva, de las denominadas polaca.
A la vista de que aún conservaban sus capacidades explosivas, desde la Guardia Civil incidieron en que la manipulación de este tipo de hallazgos por personas inexpertas «es extremadamente peligrosa». No en vano, es muy habitual que los mecanismos de seguridad con los que se diseñaron en origen se encuentran muy deteriorados por la corrosión generada por el paso del tiempo y su conservación en entornos no adecuados.
Es por ello que los Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil «aconsejan no abandonar estos artefactos como basura». En el caso de toparse con algún artefacto explosivo, no se debe tocar, ni manipular, sino que hay que señalizar y acordonar la zona al tiempo que se avisa a la Guardia Civil.