Detienen a una mujer que se había emboscado de noche en la estación de tren de Vilagarcía para robar

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

serxio gonzalez

Forzó el acceso a la zona de mostradores para saquear las cajas en las que se guarda el dinero

16 mar 2022 . Actualizado a las 20:15 h.

Lo ocurrido durante la noche del sábado en la estación de ferrocarril de Vilagarcía encierra ciertas notas de misterio, por mucho que su principal protagonista fuese identificada y detenida en cuestión de minutos con las manos en la masa. Se trata de una mujer que se había ocultado en el interior de las instalaciones con la intención de hacerse con cuanto dinero pudiese encontrar y fue sorprendida cuando ni siquiera había abandonado el recinto.

No es frecuente que la estación sea objeto de intentos de saqueo de este tipo. Para empezar, porque no es fácil. Todos los accesos, tanto al edificio en sí como a los andenes, quedan cerrados hacia las diez y cuarto de la noche, después de que haga escala el último tren del día. Antes de que se declarase el estado de alarma, era posible emboscarse en los lavabos, siempre que quien lo hiciese fuese capaz de sortear la inspección que los ferroviarios llevan a cabo antes de irse a casa. Sucede que, en estos momentos, los servicios permanecen cerrados y es necesario solicitar expresamente la llave que los abre para poder hacer uso de ellos. Eliminado de la ecuación este recurso, solo resta el angosto espacio posterior de alguna máquina expendedora como escondite.

El caso es que la mujer debió de ingeniárselas para permanecer dentro del edificio. En cuanto se vio sola, forzó el acceso a la zona de mostradores para saquear las cajas en las que se guarda el dinero reservado para el cambio. Pero el sistema de videovigilancia alertó a la central de León de lo que estaba ocurriendo. Cuando la policía hizo su aparición, a medianoche, la autora del robo no había logrado salvar el muro exterior del recinto. Llevaba encima unos 300 euros, cantidad inferior a la desaparecida, de lo que se deduce que en el robo intervino algún compinche al que pudo entregar parte del botín.