«Tendremos que demostrar a la gente que el Camino es seguro»

Marcos Gago Otero
MARCOS GAGO PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

ÁNGEL LÓPEZ

La asociación que vela por la ruta jacobea de Portugal confía en lusos y gallegos para relanzar el itinerario

30 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tino Lores preside la Asociación de Amigos del Camino Portugués, una ruta histórica que la pandemia del coronavirus ha obligado a cerrar.

-¿Cómo está afectando esta crisis a la imagen del Camino?

-Uno de los factores importantes por los que la gente venía al Camino, además de sus valores y otras cosas que son verdad, era por su seguridad. La gente venía al Camino porque era seguro. Podía pasar alguna que otra anécdota puntual, sin importancia, pero era un itinerario seguro. En el albergue había quien se quejaba de que le desapareciera el móvil y le decíamos que lo mirase bien y al poco lo encontraban. Ahora ya no lo es. Ahora mismo el Camino de Santiago forma parte de la marca España y esta marca no se encuentra en su mejor momento a nivel internacional. La gente tiene miedo a venirse, por lo cual nos queda empezar desde cero y demostrar al mundo que el camino vuelve a ser seguro. Habrá que cumplir unas normas, como guardar una distancia de dos metros y así se puede seguir tranquilamente. Entre sus valores también está respirar y salir un poco a la naturaleza, a sentirte de nuevo libre. Es la libertad que da al peregrino de ir Santiago cuándo y por dónde quiera.

-¿Y eso como se recupera?

-Tendremos que empezar con los gallegos para que la gente vea que no hay problema, los españoles y los portugueses. Entre nosotros, que representamos así un buen volumen de peregrinos, tendremos mucho que hacer para recuperar esta imagen. Eso cuando salgamos, que aún estamos empezando a salir de esto. Habrá que retomar la confianza en el Camino porque casi el 40 % de los peregrinos son extranjeros.

-A ojo de buen cubero y pendiente de que el Gobierno y la Xunta definan que medidas más concretas tomar, ¿qué cree que ya no va a ser igual en el Camino?

-Una vez que se pueda reabrir, habrá que tomar unas medidas sanitarias. Más que nada, desde ya, guardar la distancia. Segundo, el estudio de los grupos, que eran muy frecuentes en el Camino Portugués. Hemos tenido grupos de hasta 300 chicos en el pabellón y eso va a ser complicado. Ya no podrá haber ese número, porque aunque pueda haber un grupo en un pabellón tendrá que dejarse una distancia entre las personas. Eso ya será más responsabilidad de los que los organicen. Para nosotros, en los albergues, habrá que tomar unas medidas sanitarias e higiénicas, una reducción del número de plazas. Supongo que eso se va a hacer con las mismas medidas de precaución que se tomarán en los demás sitios. Eso va a ser la clave.

-¿Cree que el verano es todavía salvable o este año ya no se esperan peregrinos?

-No lo sabemos. El año pasado estuvimos a punto de rozar en el Camino Portugués las cien mil compostelas y este año contábamos con pasarlas. Eso ya no va a ser, eso ya se acabó. Para este , vamos a ver si entre nosotros y los portugueses somos capaces de que en lo que nos reste de año -si es que vamos abriendo que todavía no sabemos cuándo- de si somos capaces de salvar los últimos meses del año. Yo creo que será cosas de gallegos y portugueses y algún español que venga y nada más. De fuera no creo que venga nadie este año.

-¿Prevé peregrinos en agosto?

-Dependiendo de cómo se vaya viendo esto. Si a mediados de julio se abriesen los albergues, se empezaría a funcionar. Habrá que adaptarlos también.

-Si no pudiese abrir antes del final de este año, ¿qué supondría para el sector turístico y para ustedes como asociación?

-Nosotros seguimos en contacto con otras asociaciones por videoconferencia. El Camino espera, lleva ahí 1.200 años y ya pasó por etapas mucho peores. Quizás como asociación quizás sea complicado porque habrá cosas que cambiar, como por ejemplo las caminatas que hacíamos conjuntos habrá que regularlas y las reuniones, conferencias o viajes habrá que ver cómo se hacen. Particularmente, para nosotros no supone nada más. El problema es sobre todo económico en los sectores privados. Había mucha gente que había hecho su inversión en su negocio, su pequeño bar, su pequeño albergue. Eso va a tardar. El Camino para mí es esperanza porque es uno de los sitios donde primero se podrá ir, porque no hay problema sanitario, si se guarda la distancia, y permite que la gente se sienta libre. Será uno de los primeros elementos turísticos donde se notará.

«En los albergues habrá que tomar medidas sanitarias y una reducción del número de plazas»

«El Camino para mí es esperanza porque es uno de los primeros sitios por donde se podrá ir»