«Este ánimo hace que físicamente los pacientes de párkinson estén peor»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

APROPARK

La asociación Apropark subraya que el confinamiento impide mantener las rutinas

06 ago 2020 . Actualizado a las 12:20 h.

Si un confinamiento de seis semanas es complicado para cualquiera, lo es mucho más para los colectivos que trabajan con enfermos. Lo saben bien en la Asociación Párkinson Provincia de Pontevedra (Apropark), que cuenta con unos 170 socios. Como muchos otros colectivos, tras la aprobación del estado de alarma tuvo que suspender la prestación presencial de todos sus servicios. Los usuarios que padecen esta enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta al movimiento se quedaron de golpe sin sus terapias y, con ellas, sin sus rutinas diarias. En el caso de Apropark ofrecían hasta que el coronavirus lo cambió todo hidrocinesiterapia -programa rehabilitador en el agua que hacían en la piscina de Pontemuíños-, logopedia, fisioterapia, pilates y gimnasia para personas con movilidad reducida.

¿Cómo se las apañan ahora? Begoña Cerqueiro, su presidenta, reconoce que es complicado y más en una asociación pequeña como la suya. Un colectivo que nació en Bueu en el año 2003 y que tiene además sedes en Pontevedra y Vilagarcía. «Les mandamos material para que se ejerciten en casa y se mantengan activos y realizamos un seguimiento por teléfono o por WhatsApp. Pero es cierto que alguna familia ya nos ha comentado que esa falta de actividad la notan mucho», relata Begoña.

Para los enfermos de párkinson esas rutinas son fundamentales para retrasar el avance de una enfermedad que a día de hoy no tiene cura. Por ello, la asociación parte las vacaciones de verano o de Navidad para que sus usuarios no estén más de quince días seguidos sin sus actividades. «El venir al centro supone tener más actividad en su día a día, salir de casa, hacer cosas distintas, tener el apoyo de sus compañeros... Ahora se suma todo», apunta la presidenta de la asociación.

Para los enfermos de párkinson el coronavirus ha conllevado un bajón anímico que se traduce también en un bajón físico. Lo corroboran en Apropark. «Ese peor estado de ánimo hace que también físicamente estén peor y que el bajón sea importante después de tantos días». El futuro es incierto y a la asociación le gustaría tener mejores noticias que dar a sus usuarios. Pero, de momento, no es posible.

¿Cuándo creen que podrán retomar su actividad presencial y sus servicios? La presidenta sostiene que está todavía lejos. «No tenemos ninguna indicación de la Administración. Pero yo creo que va a ser más tarde del 9 de mayo», fecha de la última ampliación hasta el momento del estado de alarma decretado por el Gobierno. Una de las actividades que no tiene recambio es la hidrocinesiterapia. Hacen hincapié en la asociación en que se trata de una terapia muy beneficiosa para los enfermos de párkinson debido a los problemas de movilidad y la rigidez, dos de los síntomas además del característico temblor. «En el agua se pesa menos y es más sencillo para ellos hacer ejercicio».

Patología respiratoria

Begoña Cerqueiro alude a que los pacientes de párkinson son un colectivo de riesgo. «Lo son ya no solo por la edad, sino por las patologías asociadas. Hay mucha patología respiratoria y cualquier infección respiratoria puede ser muy dañina para estos enfermos». En Apropark solo tienen constancia de un contagio entre sus usuarios desde que empezó la emergencia sanitaria del covid-19. En la asociación confirman que se pudo infectar el último día de las actividades. Afortunadamente fue un caso que evolucionó muy bien. «En su momento avisamos a todas las familias y al personal. Ese usuario estuvo muy mal, llegó a estar ingresado, pero ahora ya está en aislamiento en su domicilio», precisó la presidenta.