La pandemia pone en jaque 2.250 negocios

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Pontevedra cuenta con 1.619 comercios y 463 locales de hostelería, sectores más afectados

24 abr 2020 . Actualizado a las 10:39 h.

El estado de alarma suma ya 41 días con los negocios de la ciudad cerrados, las calles amanecen a diario en un letargo del que aguardan despertarse el próximo 9 de mayo. Cerca de 2.250 negocios esperan abrir sus puertas y evitar que este jaque acabe en mate en los próximos meses. Solo en Pontevedra hay registrados 1.619 comercios, entre los que se encuentran locales de ropa, delicatesen, zapaterías, ultramarinos o supermercados, mientras se contabilizan 462 restaurantes y 143 peluquerías, además de 26 hoteles, pensiones o albergues. Todos juntos dan forma a un tejido empresarial donde apenas hay incidencia industrial.

El presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Pedro Campo, señaló ayer en Madrid que entre el 20 % y el 30 % de los pequeños negocios están en riesgo de cerrar. Es difícil de extrapolar ese dato a la realidad de Pontevedra, ya que como afirma el presidente de la Confederación de Empresarios de la provincia (CEP), Jorge Cebreiros, la provincia no depende exclusivamente del turismo, como ocurre en otras regiones como Canarias o el Levante. «El impacto será menor, pero intenso», precisó. Y es que el 97 % del tejido empresarial son negocios con menos de diez empleados, en muchos casos con varios miembros de la familia trabajando. El 68 % de los pequeñas empresas gallegas no tienen ningún empleado a su cargo, lo que repercute en estructuras empresariales más endebles.

Ramón Leiro

Cebreiros hace una similitud muy didáctica para explicar cómo reaccionarán los negocios a esta pandemia, que amenaza al eslabón más débil de la cadena. Al igual que la salud de las personas, detecta que hay empresas inmunes por su carácter esencial bien porque han llegado hasta aquí con una estructura fuerte y reforzada después de la crisis del 2006. «Otro gran grupo son asintomáticas, tienen defensas e igual pueden resistir tres meses sin ingresos, por eso la variable del final del estado de alarma es tan importante», subraya el presidente de la CEP, que reconoce que hay un último colectivo que equivaldría a las «infectadas». En este grupo de riesgo incluye a las que tienen deudas y antes de la pandemia veían amenazado su modelo de negocio. «Muchas, por su situación económica, no tienen acceso a los créditos avalados por el Gobierno», puntualiza Cebreiros, al mismo tiempo que recuerda que solo en la provincia se suman ya 34.200 ERTE.

En lo que coinciden tanto Jorge Cebreiro como el presidente de Aempe, José María Corujo, es en que la pandemia dejará cambios en la forma de relacionarse y de consumir. Para ayudar en este proceso de reinventarse, la asociación de empresarios de Pontevedra ha puesto en marcha una plataforma para intentar convertir las amenazas en oportunidades. A través de un espacio web informarán y ayudarán a impulsar al «motor de la economía» de la ciudad. «Tenemos que reinventarnos en la nueva etapa en la que el comercio y la hostelería serán los más afectados», explica Corujo.

Los sectores relacionados con el consumo tendrán que explotar sus fortalezas para adaptarse a los nuevos hábitos sociales, que los expertos, creen que se impondrán en la era post pandemia.