El coronavirus no frenó las procesiones desde el balcón

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Luis Vilavedra

Sanxenxo y Marín recurren a la imaginación en Semana Santa

14 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un tambor a ritmo procesional el pasado sábado, tocado por un vecino con su capuchón, recordó a los residentes de A Florida, en Sanxenxo, que era Semana Santa. Fue una iniciativa que contó con una magnífica aceptación entre sus vecinos, que no solo salieron a los balcones una vez, sino en dos ocasiones, ya que se repitió el evento el domingo, y que aplaudieron esta peculiar forma de procesionar en estos tiempos de coronavirus. La idea surgió de Luis Vilavedra, un vecino que lleva días disfrazándose de cualquier cosa que se le ocurre todos los días y que muestra sus originales composiciones ante los asombrados ojos de los niños del vecindario y los aplausos de los mayores. Este fin de semana tocaba Semana Santa, en una localidad donde no hubo procesiones por las calles, ni los oficios litúrgicos habituales. Vilavedra, que fue durante años integrante de la cofradía del Santo Sepulcro de Sanxenxo, no se lo pensó dos veces. Algo había que hacer para animar a los vecinos y lo hizo.

«Falei cun colega e lle dixen que lle parecía que fixéramos a procesión, fixemos os traxes e eu saín ao balcón cun capuchón», explica. La idea gustó mucho a sus vecinos. Vilavedra se conoce a la perfección los tonos y los ritmos del tambor en procesión. Al segundo día, se sumaron muchos más a la idea. «Pensei que íamos ser tres e acabamos saíndo aos balcóns entre vinte ou trinta». Las luces de los teléfonos grabando y los capuchones asomados a bastantes ventanas demostraron que la idea caló entre los residentes. Para unos rompía la rutina del confinamiento y para otros era una forma de celebrar las procesiones que, de otra manera, tendrían que limitarse a repetir por la televisión las de años pasados.

Hoy a las ocho Vilavedra volverá al balcón, con otro disfraz distinto, que él mismo confecciona. Quiere hacerlo hasta que acabe el confinamiento. «Fágoo polos rapaces, encántalles», comenta. El vídeo de Luis Vilavedra se puede ver en la página web de La Voz de Galicia en Pontevedra.

El Santo Encuentro, en Marín

Al otro lado de la ría, en Marín, los vecinos de dos edificios de la calle Jaime Janer, en el tramo más próximo a la Alameda, también se las ingeniaron para tener sus procesiones. Aquí se organizaron varias procesiones, al menos una diurna y otra nocturna. Los vecinos se citaron en los balcones de este tramo de la calle al sonido de la marcha procesional de tambores y de una flauta. A través de dos cuerdas y con figuras vestidas para la ocasión, las figuras a modo de pasos de Semana Santa cruzaron la calle desde lo alto. Llamó la atención la imaginación que echaron estos vecinos que reprodujeron así la procesión del Santo Encuentro, una de las citas festivas de mayor arraigo entre los feligreses católicos de este municipio. Y por la noche, también hubo procesión, con algunos vecinos que salieron a los balcones incluso con los cirios propios de estas ocasiones religiosas. Al menos, la imaginación le ganó por esta vez al coronavirus.