El COVID-19 trae un repunte de peticiones al Banco de Alimentos

Nieves D. Amil
Nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Numerosas familias se acercan a la sede pese a que el reparto se hace a través de oenegés

10 abr 2020 . Actualizado a las 14:20 h.

El Banco de Alimentos reparte cada mes entre 14 y 16 toneladas de comida a 45 oenegés, 14 de ellas en Pontevedra y comarca. No pueden precisar en cantidad el aumento de la demanda que está dejando tras de si la crisis del coronavirus, pero han notado un importante repunte a las puertas de sus instalaciones.

La institución hace su reparto a través de las oenegés con las que trabajan, pero esta situación de crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 ha llevado a numerosas familias a acercarse a sus puertas. «Estamos empezando a notar escasez de cacao, conservas de pescado o algún tipo de pasta», apunta el responsable del Banco de Alimentos en Pontevedra, José Luis Doval, quien intenta mantener en la medida de lo posible su rutina de recogida y entrega.

Y advierte de que si la situación de confinamiento se prolonga mucho más tiempo, temen que antes de llegar a junio empiecen a tener problemas de suministro. «De las empresas nos siguen llamando para que vayamos a recoger mercancías y también nos estamos acercando a casas particulares», puntualiza Doval, que aunque ofrece este servicio habitualmente, lo han reforzado para evitar que la gente salga de sus casas.

En la medida de lo posible intentan mantener el mismo número de voluntarios que durante todo el año, aunque algunos de sus mayores hayan tenido que quedarse en casa por el confinamiento. «Nos permiten estar trabajando y también salir al reparto», comenta Doval.

El Banco de Alimentos repartió el pasado año hasta 200 toneladas de alimentos en el área de Pontevedra, de las 1,8 millones de toneladas entregados en el conjunto de la provincia. El colectivo atiende a cerca de cinco mil personas en situación vulnerable y con su ayuda se estima que cubre el 35 % de las necesidades básicas.