Desde una silla situada a la puerta de una de las chabolas que fue registrada fue dando las instrucciones precisas para que todo se desarrollase con normalidad. Defendió el derecho de los fotógrafos a tomar imágenes de lo que allí estaba ocurriendo e invitó a abandonar el lugar a quien no quisiese aparecer en ellas. Y dio conversación a los que observaban el operativo. Sobre el coronavirus y sus repercusiones; en una ambiente distendido.
Agentes y residentes no eran los únicos que ayer se citaban en el poblado de O Vao. Hasta la zona se fueron acercando también consumidores, que en la carretera de acceso eran advertidos ya de la presencia policial y emplazados a adquirir la mercancía en otro lugar, demostrando su alta capacidad de organización.