El Momo que viajaba en submarino

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILANOVA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El peculiar vehículo en el que las autoridades encontraron droga se convirtió en el protagonista de la multitudinaria fiesta con la que Vilanova despidió el carnaval

11 mar 2020 . Actualizado a las 11:30 h.

Muchos pensaron que el Concello de Vilanova se había arriesgado y mucho al no suspender de nuevo el desfile del Momo. Porque el día amaneció gris y registró lluvias, algunas de ellas intensas. Pero la situación cambió radicalmente alrededor de las tres de la tarde. A partir de entonces salió el sol y miles de personas pudieron participar o admirar el desfile con el que la comarca arousana puso el punto y final a las fiestas del carnaval. El Momo de este año, cuya identidad se descubrió a las cinco en punto de la tarde, era el narcosubmarino encontrado lleno de droga por las autoridades policiales. Claro que aquí era de color amarillo, iba acompañado de Los Beatles y se le atribuía su propiedad al todopoderoso Nemo Bandeira, protagonista de la popular serie de televisión rodada en Arousa.

No era esta la única referencia al narcotráfico que había en el desfile. Uno de los grupos llevaba una planeadora de grandes dimensiones, llena de supuestos fardos y dirigida por algunos de los protagonistas de la serie Fariña. Pero es que el desfile que ayer recorrió las calles de la localidad vilanovesa no se lo perdió ni el Papa, que iba a bordo de un papamóvil lleno de cardenales y demás autoridades eclesiásticas. Llevaban hasta una alfombra roja, para cuando el pontífice bajaba del vehículo y besaba el suelo.

Medio centenar de carrozas protagonizaron el desfile y hacía falta más de una hora para verlas a todas. Había disfraces para todos los gustos. Desde los más improvisados, pero ocurrentes, como un espantapájaros cuya verdadera función era la de espantar al coronavirus, hasta los más elaborados, una carroza de Tomiño decorada con la fantasía Ilumina el Carnaval, que iba acompañada de un sinfín de adornadas lámparas que bailaban al son de la música. Había otra de similares características en la que se daba vida al mundo fantástico de Aladín. Y estaban, por supuesto, los más pequeños, de la mano de sus profesores. Los de la escuela infantil de Vilanova, por ejemplo, recrearon el mundo mágico de Alicia en el País de las Maravillas, mientras que los de Baión aprovecharon que ayer era el Día da Muller Traballadora para dedicar su carroza y sus disfraces a las mujeres que hicieron historia. Hubo más carrozas reivindicativas, como la que unos agricultores que pedían precios justos para sus productos. Pero, sobre todo, hubo mucho humor y mucha fiesta. El propio Fredy Mercury, en todas sus versiones, protagonizó otra carroza que contaba con divertidas coreografías. Los participantes tardaron horas en recorrer las calles de la localidad, que estaban llenas de gente. Encontrar donde aparcar era tarea complicada, sobre todo para los que llegaron a partir de las cinco. Porque, un año más, Vilanova demostró que en esto de despedir las fiestas no hay quien le gane. El Momo no tiene rival.