Por petición popular, Satisfyer para animar la movida de Pontevedra

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Una hostelera, tras ver que las clientas no dejaban de hablar del succionador, ha organizado un tuppersex que se maridará con cócteles afrodisíacos y música

06 mar 2020 . Actualizado a las 23:32 h.

Hace unos días, un hostelero del casco histórico de Pontevedra se quejaba que la movida nocturna andaba en horas bajas, y que Netflix era una de las cosas que más daño le había hecho porque cada vez había más chavales que preferían quedarse en el salón, ante una buena serie, que salir a los bares. Hay más hosteleros pontevedreses que piensan lo mismo. Y que están intentando reactivar la movida «con lo que pide la gente». Eso es lo que pretende hacer Bárbara García, una joven que tras una larga experiencia como camarera se ha lanzado a coger el traspaso de un bar nocturno y clásico, El Toro Pontevedra. 

Lleva desde diciembre haciéndose con el negocio. Y lo primero que ha hecho es escuchar a la clientela. Así lo cuenta: «Estuve viendo que mis clientes, sobre todo las chicas, no dejaban de hablar del Satisfayer... era un tema que predominaba en todas las conversaciones. Pensé entonces que podíamos hacer algo relacionado con eso a ver si así se animaba más gente a venir al bar y a salir de marcha».

Se dio cuenta entonces de que una de las clientas, precisamente, era el alma máter de un negocio de tuppersex llamado La Maleta Viciosa. Y una cosa llevó a la otra: «Le comenté a la gente la posibilidad de hacer un tuppersex en el local, si les gustaría, y quedó claro que sí. Así que, por petición popular, se va a hablar del Satisfayer y del resto de juguetes», confirma Bárbara

El Toro Pontevedra, tal y como empezó a anunciar a bombo y platillo en su Facebook. programa un tuppersex para el viernes día 13 de marzo. Los que acudan deben pagar cinco euros, un precio en el que se incluye un cóctel afrodisíaco y que se descuenta del precio en el caso de que alguien acabe comprando cualquier juguete o producto que se ofrezca en el tuppersex. La responsable de La Maleta Viciosa, que será la que protagonice la cita, indicaba: «Aprovechando que el Satisfayer está de moda, se pueden conocer muchas otras cosas. Hay muchísimas posibilidades tanto para chicos como para chicas. Tenemos para todos los públicos, animo a venir a todos».

La hostelera de El Toro cuenta que ya ha habido algunas reservas. Y que espera que conforme se acerque la fecha se animen más mujeres y hombres «porque esto es para todos». Reconoce que ella será la primera que tenga que familiarizarse con el Satisfayer y demás juguetes porque es su primera vez en un tuppersex. Opina también que no está mal maridar todo este asunto con una noche de fiesta, música y buen rollo con los amigos. 

Bárbara reconoce que los hosteleros nocturnos no lo están teniendo fácil en Pontevedra ni en otros lugares. Y asegura que está dispuesta a seguir escuchando a la clientela para ir adaptándose a sus gustos y apetencias. Confiesa que puso «muchos ahorros y mucho esfuerzo» para poder coger el traspaso de El Toro.

Ella, natural del municipio coruñés de Coristanco aunque afincada en Pontevedra, llevaba trabajando una década como camarera en diferentes locales. Ahora, a los 27 años, decidió emprender por primera vez con los ahorros que fue generando. Buscaba un negocio que le permitiese ir tirando y, de paso, seguir estudiando. No en vano, está cursando el grado de Educación Primaria. Así, se decidió a coger el traspaso de El Toro, ubicado en la calle Real de Pontevedra, y, desde entonces, lucha por ganar clientela: «El ocio es fundamental, tenemos que animar a la gente a salir», indica.

De los Reyes a San Gregorio 

El intento de Bárbara García de animar el bar a golpe de Satisfayer, en realidad, llega después de que el succionador de clítoris se haya colado ya hasta la cocina en Pontevedra, donde su furor empezó en diciembre y todavía sigue coleando. 

Todo empezó en Reyes. Entonces, desde la boutique erótica El Arca azul de Pontevedra confirmaban que el Satisfayer estaba provocando una auténtica revolución y que el regalo iba camino de ser el juguete estrella del año. Entonces, contaban que tenían más de 200 aparatos en stock y que ya esperaban nuevos pedidos para no dejar a nadie insatisfecho.

Luego, llegó San Valentín y volvió a venderse el aparato como regalo entre enamorados. Y, en medio de todo ello, apareció el carnaval y, tal y como era de esperar, el Satisfayer también se coló en la fiesta. Una empresa de Ponteareas señalaba que era el disfraz fetiche del entroido. Ese bum quedó patente luego en los desfiles. En Pontevedra, hubo uno que incluía un Satisfayer, un clítoris y hasta un probador. El rizo lo rizó también una comisión de fiestas, la de Raxó, que sorteó un artilugio sexual para recaudar fondos para las celebraciones de San Gregorio. Casi nada. O casi todo a ritmo de Satisfayer