Pacientes con párkinson prueban la realidad virtual como terapia física

El ejercicio físico terapéutico en personas mayores es uno de los pilares del envejecimiento activo. En Galicia una de cada cuatro personas tiene más de 65 años y hay dos mil mayores de 100 años. Lo importante, dicen los expertos, es vivir más pero con buena calidad de vida y ahí el ejercicio físico es una pata fundamental. Es además una terapia económica que reduce la asistencia a centros sanitarios. El problema es que esos beneficios a corto y medio plazo que produce no se consiguen si no hay una constancia, si no se incorpora ese ejercicio a las rutinas diarias.

Esa falta de adherencia hacia la práctica de la actividad física en mayores es la que está detrás de un estudio pionero que desarrolla el grupo de investigación HealthyFit, de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte del campus de Pontevedra. Lo que van a explorar es el potencial de la realidad virtual para prescribir ejercicio terapéutico a personas mayores, analizando la capacidad de este entorno para generar programas individualizados.

Dentro de esa línea de investigación se ha realizado ya una primera prueba piloto con nueve pacientes de párkinson. Al frente de ese trabajo está el fisioterapeuta Pablo Campo, cuya tesis de doctoramiento dirigen el investigador principal del grupo HealthyFit, José María Cancela, y el profesor de la Facultade de Fisioterapia, Gustavo Rodríguez. ¿Cómo hacer atractivos y cautivadores esos programas de ejercicio físico para mayores? Pablo Campo explica que lo que se quiere probar es el efecto que tienen los juegos y las experiencias virtuales y cómo el ejercicio también se puede llevar a cabo a través de las nuevas tecnologías.

Nueve pacientes de la Asociación Párkinson de Vigo participaron en la prueba piloto con un casco de realidad virtual inmersiva o total (no aumentada). «Después se hizo otra prueba con sujetos sanos para ver la diferencia y a partir de ahora lo que queremos hacer es una intervención más a largo plazo, un estudio científico en toda regla con 50 o 60 personas usuarias de un centro de día privado de Pontevedra», señala el fisioterapeuta. Confía en poder iniciarlo en el plazo de un mes.

En el caso de los pacientes con párkinson de Vigo, primero se analizó si la prueba era factible y segura. «Era un paisaje de montaña y tenían que coger hojas. En la prueba simulaban que golpeaban bolas y esquivaban objetos, además de moverse en ese escenario». ¿Cuáles son las conclusiones que extrajeron de esa experiencia piloto? «En un paciente con párkinson se trabaja la coordinación, la rapidez, la estabilidad... Lo importante es que no hubo efectos adversos y que se registró un elevado nivel de satisfacción. Todos repetirían porque se divirtieron», cuenta Pablo Campo. Desde el grupo HealthyFit de la Universidade de Vigo apuntan que las aplicaciones terapéuticas de la realidad virtual inmersiva solo se estudiaron hasta ahora para abordar problemas de carácter psicológico (miedo, depresión, ansiedad...), pero no para la terapia física.

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