Sanxenxo y Patrimonio pactan la rehabilitación de las escaleras del muro de cierre de la ermita de A Lanzada

Marcos Gago Otero
Marcos Gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

XUNTA

Costas rechaza participar en el proyecto aludiendo que no afecta al dominio público marítimo terrestre, aunque está en la línea del mar

27 feb 2020 . Actualizado a las 16:32 h.

El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, visitaron este jueves por la mañana el entorno de la ermita de A Lanzada. La inspección del lugar se realizó a petición del regidor sanxenxino y tras los daños causados por el desplome de varias piedras del muro de contención del acantilado en el entorno de las escaleras que dan al mar. El derrumbe se produjo el pasado domingo y el alcalde quería que los técnicos hiciesen una evaluación de la situación. La tercera Administración invitada a asistir, Costas, informó que no participará en la rehabilitación de este muro justificándose en un informe de este departamento que asegura que la zona no afecta al dominio público marítimo terrestre, pese a que está en la línea del mar.

Por su parte, el delegado autonómico y el alcalde se desplazaron hasta A Lanzada con la jefa territorial de Cultura, María José Echevarría, así como varios concejales del municipio y el párroco de Noalla, que es el responsable de la ermita.

Después de comprobar in situ la situación de las piedras del muro donde termina la escalera, pactaron que el Concello entregue a Patrimonio un informe elaborado por un técnico municipal. Será un proyecto de obras de emergencia, que supervisará la Xunta y que tendrá como objetivo consolidar este muro, «xa que comprobamos que existe un perigo real de desprendemento».

El Concello indicó que ya instaló un vallado de protección para evitar que los visitantes puedan acceder a la escalera, «mentres non quede completamente reposta e garantida a seguridade na zona». El proyecto necesitará el visto bueno de Patrimonio porque este muro, ejecutado por los vecinos en la década de 1980 para evitar los daños de los temporales sobre este espacio, se encuentra dentro del área de protección de la ermita.