«Netflix hizo mucho daño a los bares. Acabó con la movida»

ana barcala PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Miguel Salgado, del bar A Kaldo, asegura que los pontevedreses se cuidan y beben menos

27 feb 2020 . Actualizado a las 14:48 h.

La salud de la movida nocturna en Pontevedra se resiente desde hace años. Las calles del casco histórico recuerdan tiempos con amplia oferta pero ahora acumulan locales cerrados a la espera de quien quiera arriesgar abriendo un pub en el centro de la ciudad.

La causa no es única. Pero la última estocada al declive de la movida se lo ha dado una multinacional californiana. El gigante del entretenimiento estadounidense cuyo cometido es la distribución de contenidos audiovisuales a través de una plataforma en línea arrebató a los propietarios de los pubs la esperanza de que la noche recupere en Pontevedra el auge de antaño. «Netflix hizo mucho daño a los bares. Acabó con la movida y las ganas de salir de fiesta». Así de contundente lo resume Miguel Salgado, propietario del bar A Kaldo, situado en la calle Charino.

«Nos encontramos con gente de 20 y de 30 años que prefiere quedarse y disfrutar de una de esas series exclusivas que ofrece este canal televisivo que salir y disfrutar de una noche en compañía de sus amigos». Para Miguel Salgado no es una cuestión de edad, sino de cambio de hábitos.

En su amplia trayectoria en la hostelería local, especialmente en el mundo de la noche, Salgado recuerda calles como Barón o Charino con más de media docena de locales, repletos de gente, de buen ambiente, de música rock de referencia. «La noche era muy rentable hace dos décadas. Se ganaba dinero. Hoy apenas quedan un par de locales y trabajamos para subsistir pero ya no es un negocio que compense; por eso los bajos están vacíos, nadie arriesga».

Cambiar la tele por las copas es reflejo, a criterio de Miguel Salgado, de una evolución social en la que incidió la tendencia a lo saludable. «La forma de vida de los pontevedreses ha cambiado mucho en 20 años. La gente se cuida más y bebe menos; posiblemente en todas partes pero en Pontevedra hasta el modelo de ciudad invita a una vida sana, a caminar. Nos llegan estímulos desde todas partes para orientarnos. Y yo lo veo bien, pero todo tiene consecuencias».

Y ese hábito no es exclusivo de ninguna franja de edad concreta. No ha habido relevo generacional. Mientras los mayores se retiran los más jóvenes optan por un ocio alternativo al consumo en los bares de la zona. «El perfil de nuestros clientes es el de personas con un definido gusto musical pero de ninguna edad determinada».

Y junto a Netflix, el frío y la lluvia se han aliado contra la movida. «En Galicia siempre tuvimos mal tiempo. No es algo nuevo. La gente antes le plantaba cara a la lluvia. Nadie se quedaba en casa porque hiciese mala noche. Ahora si hace un poco de frío o llueve mucho ya sabemos que no entrará nadie en el local. ¿Cambió el tiempo? No, cambió la percepción, los gustos y los hábitos de la gente».