Unos cacos cuidadosos se hacen con las vallas de un colegio de Poio y un vecino impide que se las lleven

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Policía Local de Poio

El hombre vio luces junto al centro escolar de madrugada, avisó a la Guardia Civil y los ladrones acabaron dejando tirado su botín

19 feb 2020 . Actualizado a las 09:56 h.

Todo le estaba saliendo a la perfección a unos cacos que se colaron, en la madrugada del lunes al martes, en el recinto del colegio de Lourido, en Poio. Con una cizalla o con alguna otra herramienta, lograron retirar seis vallas del cierre perimetral del centro educativo. Tal y como contaban hoy desde el colegio, los ladrones hicieron su trabajo con tanta precisión que las vallas no sufrieron desperfectos. Pero, afortunadamente, les sirvió de poco esmerarse tanto.

 A un vecino de la zona le pareció raro ver luces sobre la una de la madrugada en las inmediaciones del colegio. Luego, sintió ruidos y decidió que era mejor llamar a la Guardia Civil. Los cacos advirtieron que se acercaban los agentes y pusieron pies en polvorosa rápidamente, dejándose el botín por el camino. Dos de las vallas permanecían en el patio del colegio y el resto fueron apareciendo por el monte próximo al recinto educativo. Eso sí, al menos en un primer momento, no se pudo detener a los malhechores.

Desde el colegio señalaron que, ayer, martes, a media mañana, los operarios municipales se encargaron ya de volver a colocar las vallas en su sitio. Urgía este extremo porque sin esas vallas el colegio quedaría abierto y los niños podrían ir hacia el monte. En este centro estudian 200 rapaces de Poio