Juzgan en Pontevedra a un médico por presuntos abusos sexuales a sus pacientes

Ana Barcala PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

López Penide

En un caso introdujo los dedos en la vagina de una mujer diagnosticada de artrosis cervical

18 feb 2020 . Actualizado a las 13:07 h.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará mañana a un médico del Hospital Montecelo acusado de abusar sexualmente de tres pacientes.

El escrito de la Fiscalía, en el que solicita trece años de prisión para el facultativo, recoge que entre los años 2014 y 2015, el acusado ejercía su especialidad en el Servicio de Rehabilitación de Montecelo, puesto que aprovechaba para realizar tocamientos y abusos a sus pacientes. Además de la pena de prisión, Fiscalía solicita unas indemnizaciones a las víctimas que en conjunto suman 12.000 euros.

En uno de los casos, según se desprende del escrito del Ministerio Fiscal, la paciente acudió a su consulta derivada desde el servicio de traumatología por presentar artrosis cervical y epicondilitis del codo derecho y, tras preguntarle por su estado civil, le examinó el codo y las cervicales. Seguidamente, y según la Fiscalía movido por la intención de satisfacer sus deseos sexuales y aprovechando la facilidad que le ofrecía la relación médico-paciente, le indicó que se acostase en la camilla, le subió el vestido, le apartó el tanga y le introdujo dos dedos en el interior de la vagina sin utilizar guantes de exploración, al tiempo que le palpaba con la otra mano la cadera; a continuación repitió la misma operación pero en el lado contrario, es decir, le introdujo de nuevo los dedos y le palpó el otro lado de la cadera. Por último, le indicó que se levantara, que apoyara las manos en la camilla y procedió a subirle de nuevo el vestido y a mirarla desde atrás sin llegar esta vez a tocarla.

También en septiembre del 2014 atendió en su consulta del Hospital Provincial a otra de sus víctimas, en esta ocasión derivada desde el servicio de dermatología por presentar sensación de cansancio en las piernas como consecuencia del tratamiento que estaba tomando. El procesado le indicó entonces que se desnudara y que colocase las manos sobre la camilla. Exploró primero sus piernas y después separó su tanga y le tocó los labios vaginales y el clítoris, motivando que la mujer se sintiese incómoda y se levantara nerviosa de la camilla.

En enero de 2015 atendió a su tercera víctima, derivada del Hospital Montecelo derivada por el servicio de traumatología por presentar dolor en el pie izquierdo. El procesado le pidió que se quitara la camiseta y el sujetador y procedió a palparle los pechos. Volvió a su consulta el 11 de febrero y en esta ocasión, sin haber realizado una exploración previa, el procesado le practicó una punción seca en la mama y le indicó que pasase a otra dependencia situada fuera de la consulta y allí le aplicó frío en el lugar donde realizara la punción. Posteriormente le realizó un masaje en el pecho derecho, utilizando un aceite pese a que tras la punción ni estaba indicado el tratamiento de mesoterapia ni, en el caso de estarlo, sería de su competencia aplicarlo.