La federación de Pontevedra defiende estas pruebas, mientras un sector las cuestiona
14 ene 2020 . Actualizado a las 16:45 h.Los campeonatos de caza de zorro están en el punto de mira. La última convocatoria celebrada en la provincia de Pontevedra, que tuvo lugar el pasado sábado en Moraña y otros montes de la comarca, volvió a poner el foco en este tipo de pruebas. La opinión de las asociaciones animalistas es bien conocida. Libera criticó la organización «cuasisecreta» y aseguró que alguno de los ayuntamientos afectados no habían sido debidamente informados de los planes de prevención de riesgos para la ciudadanía. Para boicotear el campeonato se programó una «batucada raposa» que no alteró el desarrollo de la prueba.
Pero, ¿qué piensa el sector? El campeonato provincial de caza de zorro 2020 estuvo organizado por la Federación Galega de Caza de Pontevedra, en colaboración con el Concello de Moraña, nueve sociedades de caza y la Unión de Federacións Deportivas Galegas. En el folleto que promocionaba la prueba del 11 de enero figuraba la siguiente afirmación: «A caza, unha actividade física saudable en plena natureza», al lado de un logo de Stop Violencia de Xénero.
Desde de la federación de Pontevedra defienden estos campeonatos anuales. Su presidente, Francisco Couselo, alude a que esta prueba pone fin a la temporada de caza y tiene un componente social porque incluye, dice, una reunión de cazadores en una comida de confraternidad. La directiva de la federación subraya que abate más zorros una cuadrilla en su tecor que durante los campeonatos, donde se sortean los campos y muchas veces los cazadores desconocen el terreno.
En el campeonato de Moraña participaron 350 cazadores de los siete mil que hay en la provincia. Según cifras oficiales, se abatieron 7 zorros y se avistaron otros 35. Francisco Couselo pide respeto a una actividad «legal»: «Todo o que se fai, calquera actividade é cuestionable, pero pedimos respecto porque é unha actividade dentro da lei e, por tanto, legal». El presidente de los cazadores de Pontevedra justifica los campeonatos porque en algunas zonas sí hay sobrepoblación de zorros. «Non é en todos os sitios, pero si hai nalgunhas zonas, dino estudos da USC. Hai unha media de dous raposos por quilómetro cadrado cando o recomendable é 0,6. Eles en que se basean?», pregunta a las asociaciones animalistas. Añade que las piezas abatidas pasan por un control veterinario que permite estudiar las condiciones sanitarias de los raposos, «se hai infeccións ou problemas de sarna».
También defiende que se organicen estas pruebas como una «ferramenta de xestión». «Non é matar por matar. A caza ten unha finalidade, non é pegar tiros por pegar. Antigamente os raposos tiñan comida no monte, agora, como sucede cos cabalos, baixan a por ela porque xa non hai animais mortos, hai que retiralos, nin vertedoiros. E que se abatan raposos é un alivio para a xente que vive no rural», sentencia Francisco Couselo.
¿Todos los cazadores piensan igual? Desde luego que no. Algunos cazadores consultados por La Voz consideran que hoy en día no tiene lógica organizar este tipo de campeonatos. «A caza non é un deporte de matar. Con este tipo de actuacións levan premios os que máis matan en menos tempo. Hoxe non ten defensa social posible e a caza ten que ir cos novos tempos e adaptarse a eles», comentan. En esa línea, hay quien añade que la participación en esas pruebas es «minoritaria» y que lo único que se consigue es que aumente la contestación social en contra de la caza. Subrayan el papel que tiene que jugar la caza en la conservación del medio natural y el desarrollo del rural gallego.