Así nos meten en cintura los entrenadores después de Navidad

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

«Nosotros sacamos los excesos», explican los entrenadores del centro deportivo de Campolongo, donde miles de usuarios acuden cada día

09 ene 2020 . Actualizado a las 20:04 h.

El adiós a la Navidad trae para muchos la bienvenida al gimnasio. Los kilos de más que se acumularon en las interminables comidas de las fiestas habrá que sacarlos ahora en soledad. Cada uno buscará su método, pero ninguno lo logrará sin esfuerzo y motivación. Pero detrás de cada sacrificio hay quienes nos echan una mano para no caerse en el intento. «Nosotros somos los que sacamos los excesos», dice Rebeca González. Ella es la coordinadora de la piscina de Campolongo. Su cara es un rostro conocido. Junto a ella, Esther Iglesias y José Antonio Pérez completan un trío de ases en eso de meternos en cintura. Son, desde hace años, la cara de la exigencia deportiva del centro de Campolongo. Viven cada enero la misma historia, pero añaden otras fechas fatídicas. «En febrero hay un descenso y luego hay otro repunte con la operación bikini», comenta González, que están viviendo su particular «vuelta al cole». Mientras ella habla, en el interior de la sala de fitness, José Antonio se pone duro con muchos de los usuarios que han empezado estos días. «Muchos meten venir al gimnasio en los propósitos de año nuevo, pero a veces no saben ni los objetivos con los que llegan, si vienen a tonificar o a qué», explica este entrenador, que reconoce que hay usuarios que ya estaban cuando él empezó hace una década. Su recomendación es clara: primero hace falta una buena alimentación. Sobre esa base se va tejiendo el resto del trabajo físico. «Necesitamos combinar la parte de cardio y musculación», explica. Para estar en forma, este profesional reconoce que hacen falta un mínimo de tres días a la semana y sesiones que vayan desde la hora hasta la hora y media.

«Queremos adelgazar sin sufrir»

Los aparatos del gimnasio son nuevos y esperan más en los próximos meses, pero a pesar de la novedad, muchos usuarios se cansan de este tipo de ejercicios. Como dice Rebeca, «queremos adelgazar sin sufrir, así que muchos optan por las actividades dirigidas porque con música todo va más rápido». Esther Iglesias es la que más sabe de eso. Es casi imposible hablar con ella. La coordinadora de actividades dirigidas está en una clase de zumba kids. El reggaeton invade la sala y una veintena de niñas se mueven bajo sus instrucciones. Son las cinco y media de la tarde. En 30 minutos acabará con ellas y empezará una clase de aeróbic en la que se reúnen cada tarde una treintena de personas. «Tenemos en cuenta la edad y la condición física de los usuarios», advierte Iglesias, que pelea para que sus alumnos tengan una mejor condición física y «una mejor salud». Lo segundo es difícil si no se tiene lo primero.

En los últimos meses están apostando por un entrenamiento funcional. «Es un planteamiento que trabajamos para llevar una vida cotidiana saludable», comenta José Antonio Pérez, al que en menos de diez minutos lo paran varias veces dentro de la sala de ejercicios para que le expliquen cómo trabajar para lograr sus objetivos. Son ejercicios más suaves para todos los usuarios.

Una hora en el centro deportivo de Campolongo es suficiente para ver que buena parte de los que llenan el espacio del fitness acaban de empezar su particular cuesta de enero.

La motivación con la que se llega para sacar esos excesos de las fiestas va decayendo si no encuentran una alternativa lo suficientemente atractiva. «Hay dos tipos de perfiles, los usuarios de gimnasio de aparatos y los de actividades dirigidas, que suelen durar más porque o tira el técnico por ti o algún amigo», comenta Rebeca González, que reconoce que este año es un poco atípico. Campolongo abrió en noviembre y tras la avalancha inicial empieza a relajarse. «Hubo un descenso de actividad en Navidad y ahora vuelve todo a la normalidad, hay que bajar el michelín», comenta. Este centro deportivo de Pontevedra ronda los cuatro mil abonados, pero el número de usuarios se duplica tras su renovación.