El acusado de recibir 22 kilos de cocaína junto al cemento cola se enfrenta a 9 años

Ana Barcala PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Capotillo

12 dic 2019 . Actualizado a las 15:12 h.

El Ministerio Público solicita 9 años de prisión y una multa de 900.000 euros para Martín M.V. como único socio y administrador de la sociedad «Negocios ML, SL», la empresa autorizada para recibir en el puerto de Marín el contenedor que ocultaba en su estructura 22 kilos de cocaína en 36 paquetes. La defensa sostuvo que el acusado esperaba la carga de cemento cola que había adquirido en Colombia, pero que desconocía el contenido oculto en el contenedor. Se enfrenta a un delito contra la salud pública.

Insistió en que el Ministerio Público no pudo probar durante la celebración del juicio la vinculación de su cliente con la cocaína incautada. «Todo se baja en conjeturas y suposiciones. No hay ni una sola prueba que demuestre que sabía que el contenedor tenía sorpresa». Basó su argumento en que las autoridades policiales tienen conocimiento de la llegada de la mercancía a Marín una semana antes de su descarga. A pesar de ello no solicitaron al juzgado una intervención telefónica de la línea del acusado ni una descargada controlada para disponer de alguna prueba.

El inspector de la Policía Nacional que participó tanto en la descarga como en las diligencias posteriores, junto a compañeros de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera, reconoció que el hecho de que Martín M.V. fuese el destinatario final del contenedor y que careciese de socios y trabajadores, así como de instalaciones propias a las que llevar la mercancía les hizo actuar como lo hicieron.

Compra cemento cola en Colombia y le llegan 23 kilos de cocaína en el contenedor

 

A. B.

Martín M.V, administrador único de la empresa «Negocios ML, SL», se enfrenta a una pena de 9 años de cárcel y una multa de 900.000 euros como responsable de un cargamento de 23 kilos cocaína que llegó al puerto de Marín en agosto de 2018 oculta en la estructura de un contenedor cargado con el cemento cola que había comprado en Colombia. El acusado declaró ayer en la sección cuarta de la Audiencia Provincial donde insistió en que solo es responsable de la mercancía que portaba el contenedor: 18 palés de cemento cola que compró en el país sudamericano y de cuyo envío se encargó la empresa suministradora. Sin embargo, el contenedor, del que no se hizo responsable, escondía en su estructura 36 paquetes de cocaína con distinto grado de pureza y un valor en el mercado que superaba los 800.000 euros. Casi tres horas emplearon ocho agentes de la Guardia Civil y de Aduanas en desmontar con una radial la estructura metálica de los marcos del contenedor, donde se ocultaban los paquetes de droga. La inspección del contenedor la provocó una advertencia de las autoridades colombianas. El acusado niega sin embargo cualquier vínculo con la droga incautada. Insiste en que viajó a Colombia precisamente por su desconfianza en que la empresa le fuese a suministrar el cemento cola por el que pagó 5.030 dólares. «También viajé a Costa Rica, a Inglaterra y a otros países para decidirme por una operación segura», afirmó. Él ya tenía el material de construcción que llegó vendido. Concretamente a una empresa con sede en la recta de A Goulla, en la carretera de Vilagarcía. Ese era el destino del contenedor de no ser retenido en el puerto de Marín.

En su defensa adujo que la naviera que le envió la mercancía autorizó a otra empresa, con sede en Valencia y Bilbao. Con el testimonio del acusado discreparon los agentes de la Guardia Civil y funcionarios de Aduanas que prestaron declaración en sede judicial. Todos coinciden en que solo el receptor tendría acceso al contenedor.